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Nairobi- Al menos 41 personas han muerto y 450 familias han tenido que evacuar sus hogares a consecuencia por las inundaciones causadas por una represa que reventó el miércoles por la noche en el suroeste de Kenia, informaron hoy las autoridades, mientras los equipos de rescate aún buscan a desaparecidos.

“El balance de muertos en este suceso se sitúa en 41, de momento”, incluidos 20 niños, declaró a la emisora local Capital FM el jefe del Directorio de Investigaciones Criminales en el valle del Rift, Gideon Kibunjah, tras visitar el lugar del siniestro

No obstante, algunos medios kenianos hablan de hasta 48 muertos y 2.500 residentes desplazados por el desastre del embalse Patel, en la zona de Solai, en el condado de Nikuru, que se produjo después de meses de fuertes lluvias en el país.

Horas antes, el gobernador de Nakuru, Lee Kinyanjui, confirmó en un comunicado que se habían recuperado 32 cadáveres y que 41 personas habían sido trasladadas a hospitales, unos datos avalados también por la Cruz Roja de Kenia.

Un equipo de rescate formado por el Ejército, el Servicio Nacional Juvenil y la Cruz Roja trabajó todo el día para intentar rescatar y socorrer a los afectados en la zona, donde, según Capital FM, se veían cadáveres colgando de acantilados y ramas de árboles tras ser arrastrados por la corriente.

“Mi mujer estaba con nuestros dos hijos cuando ocurrió todo y no he vuelto a localizarlos”, dijo al diario local Daily Nation un vecino de la zona, Pius Mzee, desde el hospital.

La riada sorprendió a Mzee y a su familia conversando en su casa después de cenar. Intentó huir de la riada con sus dos hijas de 4 y 6 años, pero fue arrastrado por el agua y sobrevivió gracias a que pudo encaramarse a un árbol.

La represa colapsó a las 21.00 hora local del miércoles (18.00 GMT) y el agua inundó un área predominantemente agrícola que sirve para cultivar uno de los productos estrellas de exportación keniana, las flores, y donde también hay zonas residenciales.

El agua arrasó gran parte de dos pueblos de Solai, incluidos un centro comercial y un instituto de secundaria y otro de educación superior.

El ministro del Interior de Kenia, Fred Matiang’i, junto a otros miembros del Gobierno y del Parlamento, se trasladó a la zona para supervisar las tareas de rescate y anunció que se están llevando a cabo investigaciones sobre las causas del incidente, que ocurrió después de semanas de intensas lluvias en el país africano.

El responsable de Interior pidió paciencia a la población y que, en vez de culpar a nadie, se centren en ayudar a las víctimas.

Patel es una gigantesca presa situada en la parte superior de un total de tres embalses de propiedad privada del latifundista Mansukul Patel, de quien recibe el nombre, que sirven para abastecer a las granjas y tierras de cultivos en la zona.

Las otras dos presas se encuentran en buen estado, pero también contienen una gran cantidad de agua, y más de 20 familias han sido evacuadas de la zona para evitar nuevos desastres.

Los equipos de emergencias trabajan también para garantizar que estas dos represas no suponen ningún peligro.

La Unión Europea (UE) ofreció hoy a Kenia “ayuda de emergencia” en el desastre de la represa de Patel, al declararse “profundamente triste” por el siniestro.

Desde la Presidencia de Kenia, Manoah Esipisu, portavoz del presidente, Uhuru Kenyatta, manifestó también su pesar, elogió a los servicios de emergencia y adelantó que “las autoridades relevantes harán una declaración exhaustiva una vez tengamos todos los detalles”.

Kenia ha registrado en los dos últimos meses lluvias intensas que han causado inundaciones y riadas que han acabado con la vida de 158 personas y el desplazamiento de casi 300.000, según el último informe publicado hoy por la Cruz Roja de Kenia.

“Los efectos de las inundaciones en el país -agregó la Cruz Roja- han alcanzado ahora una proporción de desastre nacional y su gravedad se verá cuando acaben las lluvias”.