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LA HABANA. (EFE).- Una delegación encabezada por el ministro de Salud de Cuba, José Ángel Portal, no pudo asistir a una reunión de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Washington al negarles Estados Unidos el visado, lo que ha generado protestas del Gobierno cubano contra ese país.

“El Departamento de Estado de EEUU vuelve a hacerlo”, protestó este lunes vía Twitter el director general para EE.UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, que acusó a la Administración de Donald Trump de practicar “medidas coercitivas de política exterior”.

Portal y su comitiva debían participar en la principal reunión anual del consejo directivo de la OPS, una organización multilateral de las Naciones Unidas adscrita a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y con sede en la capital estadounidense.

La Embajada de Cuba en Washington también condenó lo que considera una “acción arbitraria” y denunció que “con la negación de sus visas, el Gobierno de los Estados Unidos viola injustificadamente sus obligaciones como país anfitrión de una organización internacional”.

La Administración Trump “tiene la intención de silenciar la voz de Cuba, un esfuerzo que se suma a la campaña que se ha implementado para obstaculizar los programas de cooperación sanitaria de nuestro país con otras naciones”, protestó en un comunicado la legación.

Cuba estuvo representada en la reunión de la OPS por dos funcionarios de su representación en Washington, según indicó a Efe una fuente del organismo panamericano.

La denegación de visados al ministro y su delegación se enmarca en las restricciones anunciadas este lunes por Estados Unidos a funcionarios del Gobierno cubano vinculados al programa de misiones médicas del país comunista en el extranjero, una de las principales fuentes de divisas para la isla.

La medida se suma a la restricción de entrada a territorio estadounidense impuesta la semana pasada al expresidente y líder del Partido Comunista, Raúl Castro, y a sus hijos, a lo que antecedió la expulsión de dos diplomáticos de la misión cubana ante la ONU.

El Departamento de Estado estadounidense considera que este programa -que el año pasado desplegaba más de 50.000 médicos en 67 países- explota a los doctores al confiscarles la mayor parte de su salario, someterles a largas jornadas, vigilarles fuera del trabajo, retener sus pasaportes y restringir sus movimientos, entre otros supuestos abusos.

Cuba, por su parte, ha acusado reiteradamente a EE.UU. de tratar de perjudicar a las misiones médicas cubanas mediante una campaña para “desacreditar y sabotear” la exportación de servicios de salud del país caribeño.

Desde 2006 y hasta principios del 2017 Washington mantuvo vigente un “Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos” (CMPPP) que otorgaba visados para establecerse en Estados Unidos a los médicos cubanos que desertaran de sus misiones en el extranjero y que fue eliminado por Barack Obama al final de su mandato.

La cooperación médica internacional es uno de los pilares de la política exterior de Cuba, que desde 1963 -con la primera misión enviada a Argelia- ha involucrado a unos 407.000 profesionales, técnicos y personal sanitario en 164 naciones, según datos oficiales.

La exportación de servicios profesionales -fundamentalmente médicos y maestros- es la principal fuente de ingresos de Cuba, donde la formación universitaria es gratuita y cada año varios miles se licencian en la carrera de medicina para ejercer dentro o fuera del país. EFE