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El director de la Universidad Autónoma de Santo Domingo UASD Recinto San Francisco de Macorís, Miguel Medina Liriano, alertó a la sociedad sobre los propósitos malsanos de algunos sectores políticos, internos y externos, por desestabilizar los planes que ejecuta la institución académica a favor del desarrollo económico, social y cultural de la región y el país, y hacer retornar el estado de perturbación y anarquía ya superado por más de tres años en esta extensión de la UASD.

Medina aseguró que las recurrentes paralizaciones forzadas de servidores administrativos no persiguen fines reivindicativos a favor de los trabajadores sino lo contrario, al retrasar que casi 40 empleados reciban su justa reclasificación y se mejoren sus condiciones salariales.
La autoridad local del recinto académico manifestó que fue la actual dirección que gestionó y logró la aprobación de la rectora Emma Polanco para que los referidos servidores fueran promovidos y que los delegados del gremio, dejándose utilizar por intereses mezquinos y personas que quieren alcanzar la dirección de la institución sobre la base del deterioro de su prestigio y buena imagen, insisten en obstaculizar.

El académico insistió en que es penoso que sectores a lo interno de la Universidad se presten para detener los proyectos que se implementan en las áreas de salud, educación, medioambiente, deportes y seguridad ciudadana, desde la principal plataforma de desarrollo de San Francisco y la región Noreste.
Asimismo, lamentó, que un grupo servidores universitarios estén obstaculizando la prestación de servicios a estudiantes que se desplazan de distintos puntos de la zona nordeste y que quieren concluir su carrera universitaria para mejorar las condiciones económicas de sus familiares.
Expresó que sería penoso que, por la irracionalidad de unos pocos, cerca de mil jóvenes que ya concluyeron sus estudios de grado no puedan investirse el 10 de diciembre del año en curso.

Medina exhortó a las instituciones públicas, empresariales, sociales y populares a manifestarse y servirle de muro de contención a los propósitos políticos que pretenden hacer retroceder la institución de educación superior a una etapa ya superada.