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El sur de California, y en particular el condado muy poblado donde está la ciudad de Los Angeles, sufrió una invasión de dos variedades del mosquito Aedes, que comenzó en el verano boreal. Las personas denunciaron una cantidad inusualmente grande de picaduras, en particular de las rodillas hacia abajo, y sobre todo alrededor de los tobillos. En el momento no se dieron cuenta: la acción subrepticia del insecto le ha valido el apodo de “mosquito ninja”.

“Se propagan como un incendio forestal”, dijo a Los Angeles Times Susanne Kluh, directora de Servicios Científicos y Técnicos del Gran Los Angeles. “Nuestros teléfonos explotan”.

Tanto los habitantes del área afectada como los funcionarios de control de pestes están preocupados: una de las variedades es el Aedes aegypti responsable de la epidemia de Zika en América del Sur. La otra, el Aedes albopictus o tigre asiático, llegó primero en los cargamentos de bambúes de la suerte que comenzaron a importarse de China en 2001.

La ciudad de Los Angeles y su área metropolitana están entre las zonas afectadas

Luego de instalar trampas en los viveros del condado, las autoridades identificaron al tigre asiático y comenzaron su erradicación. Se lo creía exterminado hasta 2011, cuando los residentes de El Monte comenzaron a quejarse de mosquitos muy agresivos, que atacaban durante el día. Y en 2014 llegó el Aedes aegypti, directo desde América del Sur. “Ese nos cambió las reglas del juego”, agregó Kluh. “Todavía no hemos podido controlarlo”.

Las dos variedades del Aedes son invasivas y, a diferencia del mosquito local, el Culex, que prefiere picar a las aves, prefieren picar a los humanos, y para hacerlo entran en automóviles y en casas. Además, si los Culex prefieren un sólo pinchazo largo, que permite sentirlos y matarlos, los Aedes —las hembras— atacan varias veces seguidas para tener reservas de alimentos que les permitan poner huevos. En lugar de hacerlo en una sola acumulación de agua como una piscina, un charco o un cubo, las Aedes lo hacen en numerosas superficies mínimas, como una tapa de botella o un desecho plástico, que tengan humedad.

“Nuestros agentes solían ir simplemente a los patios de las casas, directamente hacia las piscinas o los jacuzzis, y encontraban lo que buscaban”, dijo Kluh, sobre el pasado de California, cuando sólo tenía mosquitos locales. Ahora tienen que buscar larvas en prácticamente cualquier lugar.

Para las autoridades de control de pestes es muy difícil controlar el Aedes aegypti

“Suponemos que nos espera la misma experiencia que se vive en Nueva York o Florida o Indiana”, dijo al periódico de Los Angeles Kelly Middleton, también funcionaria de control de pestes en el Gran Los Angeles. “Estar al aire libre será bastante desagradable”. Ya lo es para las 1.200 personas que se contactaron con su oficina en agosto para denunciar la invasión.

El problema central es que los mosquitos Culex podían causar entre 100 y 150 casos del virus del Nilo Occidental, pero no transmitían dengue, fiebre amarilla, Zika o chikungunya, algo que los Aedes hacen. Por ahora no ha sucedido en el sur de California. “Pero es un escenario realmente inquietante”, agregó Kluh.

Infobae