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Asunción- El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, reconoció que “hubo corrupción y hubo dinero de por medio” en el asalto armado a un furgón penitenciario para liberar al cabecilla del grupo criminal brasileño Comando Vermelho, Jorge Samudio, alias Samura.

Abdo Benítez tuvo que aceptar que a los servicios de inteligencia se les “pasó” y no pudieron “identificar” la amenaza que existía y que concluyó con la liberación de Samura y con la muerte del comisario de la Policía Nacional Félix Ferrari, de 43 años, después de que una bala le atravesara el tórax.

“A mi criterio, hubo planificación y complicidad de algunos sectores. Hubo corrupción y hubo dinero de por medio. Eso permeó en las autoridades”, expresó el mandatario en declaraciones a la prensa tras participar en los actos de conmemoración del Día Nacional de la Armada.

“Se nota que se planificó, se pagó y hubo complicidad de organismos del Estado. Eso se tiene que investigar, se tiene que sancionar y se tiene que seguir en la lucha”, añadió.

El presidente aprovechó la ocasión para “rendirle un gran homenaje al comisario Ferrari” y trasladar su pésame a la familia”.

Además manifestó que el Gobierno se siente “muy dolido” por la fuga de Samura, detenido por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) el 10 de octubre de 2018, ya bajo el mandato del actual Ejecutivo, en una operación antidrogas llevada a cabo en el noreste del país, en la frontera con Brasil.

La Senad lo buscaba desde mayo de 2011 tras un operativo en el que se incautaron de 370 kilos de cocaína y ocho avionetas, también en el departamento de Concepción.

El mandatario se comprometió a redoblar esfuerzos para seguir combatiendo el narcotráfico y el crimen organizado, aunque advirtió que sería una lucha con “victorias y derrotas”.

“Sabíamos que el hecho de tomar decisiones drásticas, de expulsarlos, de luchar agresivamente contra este flagelo, nos iba a generar muchos adversarios. Esto es parte de una guerra frontal”, señaló.

La fuga de Samura se saldó con la renuncia del ministro de Justicia, Julio Javier Ríos, en la mira desde junio, cuando se produjeron motines en dos cárceles de Paraguay, protagonizados por miembros del grupo brasileño Primer Comando Capital (PCC), en los que murieron 10 presos.

El otro cargo cuestionado tras el tiroteo de este miércoles es el del ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, quien, hasta el momento, mantiene la cartera.

Preguntado por una posible salida de Villamayor de su Gabinete, el presidente comentó que “ningún cambio garantiza una mejor gestión”, y negó que vaya a sustituirlo por el titular de la Senad, Arnaldo Giuzzio.

“Es importante mantener, hasta donde se pueda, la estabilidad para ir fortaleciendo políticas y las instituciones con políticas coherentes. No es fácil tomar la decisión de cambiar ministros. Lo que ocurrió ayer ocurre en todas las democracias del mundo y hay que tomar las medidas correctivas”, puntualizó Abdo Benítez a la prensa.