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MIAMI.– Pocos novatos han causado un impacto tan inmediato en su equipo este año como el dominicano Juan Soto, el fenómeno de 19 años de los Nacionales de Washington.

Apenas en su segundo turno al bate en Grandes Ligas, el 21 de mayo, despachó cuadrangular de tres carreras y desde entonces, no se ha cansado de batear. En 198 turnos durante sus primeros 57 juegos en las Mayores, exhibe average de .308, con promedio de embasamiento de .419 y slugging de .556.

Ya acumula 12 cuadrangulares y 13 dobletes, con 33 carreras remolcadas y 38 anotadas.

Cuando entra en la caja de bateo hace lucir las cosas fáciles y su nombre empieza a ser respetado por los rivales, que le lanzan con sumo cuidado, al punto de haberle regalado ya 38 bases por bolas, cuatro de ellas de manera intencional.

“Nunca imaginé que fuera a ser fácil. Siempre pensé que el camino iba a ser duro, pero desde la temporada muerta me preparé fuerte esperando ser llamado este mismo año y estos son los resultados de ese trabajo”, dijo Soto en conversación con ESPN Digital durante la visita que su equipo realiza a Miami para una serie de cuatro partidos ante los Marlins.

Trabajo duro unido a un innegable talento. Es, a no dudarlo, el hombre llamado a convertirse en la cara de la franquicia capitalina, cuando Bruce Harper se marche a la agencia libre al finalizar esta campaña.

El 13 de junio, en un escenario tan imponente como el Yankee Stadium, botó la pelota dos veces y empujó cuatro de las cinco carreras con que su equipo derrotó a los poderosos Yankees de Nueva York y se convirtió en el segundo adolescente en pegar dos cuadrangulares allí desde que lo hiciera el curazoleño Andruw Jones con los Bravos de Atlanta en la Serie Mundial de 1996.

Sus 12 cuadrangulares son la segunda cifra más alta entre debutantes, superado sólo por el mexicano Christian Villanueva, de los San Diego Padres, quien suma 19, pero en 289 turnos.

Desde ya, su nombre suena entre los posibles candidatos al premio Novato del Año de la Liga Nacional.

“Dicen por ahí que hay muchas posibilidades. Yo simplemente voy a seguir jugando mi pelota, fuerte, divirtiéndome y si Dios quiere y me dan el premio, pues muchas gracias”, acotó el jovencito, nacido en Santo Domingo el 25 de octubre de 1998.

Pero aunque a Soto le ha ido bien en lo individual, los Nacionales no las han tenido todas consigo y a duras penas juegan para .500 (51-51) y van terceros en el Este del viejo circuito, una división que se esperaba dominaran de principio a fin sin mucha oposición.

“Hemos tenido muchas lesiones de jugadores clave. Creo que eso es lo que nos tiene aquí, pero ya la mayoría de ellos están regresando y yo creo que vamos a recuperarnos”, añadió.

Washington se ubica a 7.5 juegos de los sorprendentes Filis de Filadelfia, líderes divisionales, y a 4.5 de los Bravos, ocupantes del segundo puesto en la lucha por los comodines.

Pero todavía quedan 60 juegos y en ese tiempo puede pasar de todo.