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Santo Domingo- La crítica situación del sector de Salud en República Dominicana, que en 2019 recibió solo el 1,65% del PIB, podría revertirse en los próximos años, según las estimaciones realizadas por el gabinete de análisis económicos Hebrard & Hebrard Consulting. Se considera que todavía es posible atender las directrices de la Ley 12-01 de Estrategia Nacional de Desarrollo y aumentar las aportaciones a Salud sin afectar al presupuesto en Educación, moderando el crecimiento del gasto primario no social, lo que permitiría destinar al sector social el 80% del aumento total de los gastos proyectados.

Estos estudios ponen de manifiesto que, mientras el tamaño del sector de Salud –la actividad de servicios de consulta y tratamientos médicos públicos y privados- medido a través de su Producto Interno Bruto (PIB), muestra un crecimiento acumulado del 165,6% durante el periodo 2007-2018, el escaso gasto público en salud amenaza el actual sistema sanitario, agrava la falta de acceso a tratamientos de calidad, empeora los servicios y pone en riesgo la calidad de vida de los ciudadanos dominicanos.

La propuesta de Hebrard & Hebrard Consulting se centra en limitar el crecimiento nominal del Gasto Primario No Social a la tasa de inflación; de esta forma, se conseguiría un crecimiento inferior al crecimiento nominal de la economía. Esta regla restrictiva aplicada al gasto Primario No Social permitiría destinar al sector social el 85% del aumento total de los gastos proyectados. Así, el total de estos gastos sociales pasaría de RD$348,700 millones (2019) a RD$646,900 millones (2024), equivalentes a RD$291,900 millones adicionales, lo que representa un importante crecimiento del 82,2%.

Asimismo, este aumento en las partidas presupuestarias beneficiaría al presupuesto de Salud, que pasaría de RD$77,000 millones en 2019 a RD$205,600 millones en 2024, equivalentes a RD$128,600 millones adicionales, es decir, un alza del 167,1%, que prácticamente triplica el crecimiento de la economía. De esta forma, los servicios de Salud recibirían el 46% del aumento del presupuesto total destinado a Servicios Sociales.

Gracias a esta priorización hacia los gastos sociales se lograría sin reforma fiscal que el presupuesto destinado a los servicios de Salud pasase del 1,69% del PIB en 2019 al 2,90% del PIB en 2024, es decir, un avance muy significativo, equivalente al 1.21% del PIB en tan solo 5 años.

Según el economista Henri Hebrard, este primer resultado permitiría recorrer la primera mitad del camino que nos separa de la meta de alcanzar el 4% del PIB; la otra mitad del camino se lograría gracias a la reforma fiscal que se vislumbra a partir de 2021.