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SANTO DOMINGO. –La educación, además de proyectar grandes conocimientos, es cuestión de vocación al servicio y al trabajo, es enfrentar las diversas situaciones de los estudiantes en el aula, desde la motivación que impulsa a cada maestro. Así lo manifiesta la maestra Josefa Caraballo, de 48 años, quien explica que su vida es educar, porque de esto depende el futuro de los niños y niñas que pasan por sus manos.

Sus padres padecían de catarata por lo que ella heredó de manera congénita la condición de discapacidad visual, no siendo obstáculo para su crecimiento personal y profesional, recibiendo en el año 1999 el título de Licenciada en Educación, mención Ciencias Sociales, en la Universidad Central Dominicana de Estudios Profesionales (UCDEP).

Incursiona en el mundo de la educación en el 2003, ingresando al sistema educativo, como maestra en el Centro de Recursos para la Discapacidad Visual, Olga Estrella. Desde ese entonces se ha desempeñado como docente itinerante en la Regional 10 de Educación.

Durante sus 17 años de trayectoria magisterial ha acompañado y apoyado a estudiantes ciegos y con baja visión, incluido en las escuelas regulares de los diferentes distritos, pertenecientes a su demarcación.

Como maestra se ha destacado por su amor y dedicación a la enseñanza, siendo creativa e innovadora en la forma de cómo lograr que los estudiantes aprendan, desarrollando con ellos, sus familias y la escuela un nivel de empatía y asertividad que la hacen única y especial.

La maestra Caraballo cuenta que su vida docente es maravillosa, porque como persona no vidente, se le ha dado la confianza de poder realizar el trabajo. ‘’ Es por esta confianza que pongo todo mi empeño y dedicación para que los aprendizajes sean significativos, de manera que mis estudiantes logren adquirir los conocimientos, por el apoyo y la ayuda que les ofrezco’’.

Además, agrega que” los estudiantes son parte de mi familia, trato de satisfacerlos en todo lo que pueda, en cuanto al aprendizaje y en el apoyo afectivo, que muchas veces requieren, además les dejo saber que cada uno de ellos pueden contar conmigo siempre’’.

La labor incansable de esta maestra no se detiene, por lo que aplica diferentes técnicas para trabajar con sus estudiantes con discapacidad visual, como es el empleo de adecuación de materiales, para que estos logren un aprendizaje efectivo, el uso de sus áreas especiales, como Abaco, pauta Braille, y como su mejor aliado, el uso correcto del bastón.

Durante el conversatorio la maestra manifiesto algunos desafíos que tanto a los estudiantes especiales como a ella se les presenta debido a su condición, como las barreras arquitectónicas, obstáculos personales, la aceptación total de la comunidad, entre otras.

Expresó que por muchas de estas barreras es que cada día se motiva para amar la profesión que desempaña y de agradecer a Dios por permitirle ser el ejemplo para su familia y la comunidad educativa, demostrando que, “cuando se quiere, se puede”.

Su vida docente no se limita solo en las aulas, también trabaja directamente con proyectos sociales, para seguir aportando un granito de arena en el desarrollo de los niños con problemas visuales. Entre estos se destacan los que realiza de acompañamientos en talleres y trabajos con la comunidad con el objetivo de dar a conocer a esos niños especiales, sus derechos, procurar que sus compañeros colaboren con ellos y sean aceptados. Mientras que, en la casa, trabaja con la familia muy de cerca

Por su estilo de trabajo ha sido inspiración para sus alumnos, es el caso de Sergida Alcalá quien fue estudiante de Josefa, y en la actualidad es su compañera de trabajo.

Sergida es una maestra con discapacidad visual, la cual valora a Caraballo, como una excelente maestra, como la persona que motiva e impulsa a otros a ser mejor, a enfrentar la vida tal cual Dios nos crea.

‘’Me enseñó a aceptar mi realidad, con su ejemplo aprendí a abrirme puertas, a demostrarme que la discapacidad visual no es un obstáculo para desarrollarme profesionalmente; es una acompañante que cualquier estudiante quisiera tener’. Así agregó.

En tal sentido, manifestó con mucha alegría y con un rostro lleno de sentimientos, que, ‘no sé cómo agradecer todo lo que como maestra me hizo ver del mundo en el que yo pertenezco, con ella pude ver la vida de otra manera, es la mejor maestra, trata de motivar a todo el que pertenece a ella, hace de sus estudiantes una familia.