Caracas- – EFE- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo hoy que la minería ilegal en el sur del país está en manos de “mafias ecocidas” y denunció que los indígenas que se unen a ellas “destruyen su comunidad” al hacerlo.
“Es doble delito para un indio, delito ante las leyes de la República y delito ante las leyes de Dios, que un indio se involucre en mafias que destruyen el río, el parque, que destruyen su comunidad y que van a dejar en la orfandad absoluta a sus familias”, sostuvo en rueda de prensa el gobernante.
Aseguró que existen grupos armados que han infiltrado algunas comunidades indígenas en esta zona limítrofe con Brasil en la que su Gobierno comenzó a explotar yacimientos sistemáticamente desde febrero de 2016.
“¿Cómo un indígena puede tener un fusil?”, se preguntó.
“Detrás de esto (…) yo lo he denunciado, está una mafia política de la derecha, un sector muy golpista”, prosiguió el líder chavista en alusión a la oposición venezolana, a la que ha señalado su Administración y la Justicia local por hechos violentos en estas áreas.
Según Maduro, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, fijó pautas “certeras y claras” para el “combate contra la minería ilegal” que dijo se lleva a cabo en todo el país pero particularmente en el estado Bolívar (sur) donde, aseguró, “los daños que se le han hecho al Parque Canaima y zonas circundantes son terribles y dolorosos”.
Padrino confirmó el martes que un indígena de la comunidad Pemón falleció tras ser herido con arma de fuego durante una operación militar que desencadenó enfrentamientos por el control de una zona minera.
Indicó que durante estas acciones hubo un enfrentamiento pues “se hicieron armas contra” las fuerzas del orden y “de ese intercambio” resultaron heridas cuatro personas por arma de fuego.
“Lamentablemente falleció uno de esos cuatro heridos, lo cual lamentamos profundamente desde nuestro corazón, se trata de un joven de 21 años; Charlie Peñaloza de la comunidad pemona, quienes estaban presentes en el sitio”, detalló.
En esta zona venezolana, rica en oro y diamantes y fronteriza con Brasil, se han registrado en los últimos dos años al menos tres matanzas de mineros con un saldo de más de 20 fallecidos. EFE
