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PUNTA CANA, La Altagracia.- Inició en el país una reunión de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) con miras a alcanzar acuerdos para reducir emisiones de contaminantes climáticos de vida corta que afectan la salud y a la vez contribuyen al calentamiento global.

En la jornada participan los puntos focales de la CCAD de Belice, Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, Panamá y República Dominicana. Fue organizada por el Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL), la CCAD, la Coalición del Clima y Aire Limpio (CCAC por sus siglas en inglés) y la oficina de ONU Ambiente, con apoyo del Instituto de Gobernanza y Desarrollo Sostenible (IGSD) y la Agencia Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ-BMU).

Al intervenir en la ceremonia de apertura, el vicepresidente ejecutivo del CNCCMDL, Ernesto Reyna Alcántara, resaltó la vulnerabilidad de los países SICA frente al cambio climático, por lo que urge tomar acciones para reducir los gases que inciden en el calentamiento del planeta.

“El Índice de Riesgo Climático Global de Germanwatch de 2019 indica que entre los países más afectados por eventos climáticos extremos en la década de 1998 a 2017, Honduras ocupa el segundo lugar, Nicaragua el sexto, República Dominicana, la posición número 12, y El Salvador la número 16. Es decir, la mitad de los países del SICA hemos evidenciado altísimos niveles de exposición y vulnerabilidad ante fenómenos climáticos extremos”, expresó.

De su lado, Patricia Abreu, viceministra de Cooperación Internacional del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, dijo que el país cuenta con un inventario a nivel municipal de las emisiones de óxido de nitrógeno y de azufre, de monóxido de carbono y partículas suspendidas, que deben completar con contaminantes de corta duración. “Estos esfuerzos alimentan el Sistema de Monitoreo, Reporte y Verificación sobre cambio climático, que incluye un sistema de inventario de gases de efecto invernadero que estamos trabajando”.

En tanto, Salvador Nieto, secretario ejecutivo de la CCAD, saludó los esfuerzos de República Dominicana, como anfitrión de la reunión, para avanzar en los objetivos regionales de contribuir a los objetivos del Acuerdo de París mediante la mitigación de contaminantes climáticos de vida corta, para lo cual estarán identificando sinergias entre cambio climático y aire limpio. “El mandato político de los ministros (de medio ambiente del SICA) es que este grupo de trabajo, en un plazo prudencial, prepare una estrategia regional”.

Mientras que Jordi Pon, coordinador regional de ONU Medio Ambiente, resaltó que la causa común es limitar el calentamiento global a final del siglo a 1.5 grados. “La reducción de CO2 no garantiza esta meta, por lo que la integración de las agendas de cambio climático y calidad del aire es una oportunidad y una estratégica para avanzar en el objetivo indicado”, precisó.

La reunión de los puntos focales de la CCAD culminará este martes, cuando se espera que haya avances para elaborar una hoja de ruta para los países que conforman el SICA (Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana) hacia una acción integrada en materia de aire limpio y mitigación del cambio climático en el marco de la CCAD.

Sobre los contaminantes climáticos de vida corta

En un documento titulado “Acciones coordinadas para mitigar el cambio climático y el deterioro de la calidad del aire en el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA)”, en el que se presentan los resultados de una evaluación regional de contaminantes climáticos de vida corta para Latinoamérica y el Caribe publicada en 2018, se indica que esos gases, aunque tienen tiempos de residencia más cortos que los de efecto invernadero, poseen un mayor potencial de calentamiento y están asociados con emisiones de contaminantes del aire.

Los CCVC incluyen metano, ozono troposférico, hidrofluorocarbono y carbono negro en partículas finas.

En el referido documento se afirma que la mitigación de esos gases ofrece una oportunidad de alcanzar máximos beneficios a través de una coordinación de acciones para limitar tanto emisiones de GEI como emisiones de contaminantes atmosféricos, resaltando la acción coordinada específica para la región de mitigación de cambio climático y de contaminación del aire.