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ANKARA- Los presidentes de Turquía y Rusia, Recep Tayyip Erdogan y Vladímir Putin, escenificaron en Ankara la buena sintonía que une a ambos países desde hace meses y expresaron el deseo de estrechar aún más su cooperación comercial y en cuanto a la guerra de Siria, pese a que apoyan a bandos enfrentados.

En una rueda de prensa conjunta en la capital turca tras celebrar una entrevista a solas y una reunión de alto nivel con sus equipos, tanto Putin como Erdogan destacaron las excelentes relaciones comerciales entre sus países y pusieron como ejemplo de ello la compra de misiles antibalísticos S-400 rusos, que Turquía firmó en septiembre pasado y que ha generado críticas por parte de la OTAN.

El Gobierno turco recibió duras críticas de algunos de sus aliados en la OTAN por comprar un sistema de armamento ruso que previsiblemente no podrá ser integrado en los mecanismos de defensa de la Alianza Atlántica.

“Las construcciones compartidas y la exportación de tecnología no son un asunto de seguridad, sino totalmente comercial, y no hay limitaciones”, zanjó Erdogan hoy.

Ambos mandatarios participaron antes de su entrevista en una ceremonia en Ankara para inaugurar simbólicamente las obras de la primera central nuclear en Turquía, en la localidad meridional de Akkuyu, que construye la empresa rusa Rosatom y que se prevé podrá entrar en funcionamiento en 2023.

Además, Putin subrayó que ya está prácticamente completado el tendido submarino del gasoducto TurkStream, que llevará gas ruso a través del mar Negro a Turquía y el sureste de Europa, sin pasar por Ucrania, y que pronto comenzarán las obras en la parte terrestre.

Erdogan recordó que el volumen del comercio bilateral se incrementó en 2017 un 32 % al superar los 22.000 millones de dólares, aunque el objetivo, dijo, es alcanzar los 100.000 millones.

Destacó que el año pasado 4,7 millones de turistas rusos visitaron Turquía, una cifra que espera que se eleve este 2018 a 6 millones.

Estos incrementos se producen tras dos años de fuertes tensiones diplomáticas, que redujeron casi a cero tanto el comercio como el turismo, a causa del derribo de un caza ruso por parte de Turquía en la frontera turco-siria en noviembre de 2015.

Erdogan parecía referirse a este incidente y al asesinato del embajador ruso en Ankara, Andréi Karlov, en 2016, cuando se refirió hoy en la rueda de prensa a “algunas duras pruebas, algunos esfuerzos de estropear las relaciones”.

“Los superamos y los lazos son más fuertes que antes”, recalcó el presidente turco.

En cuanto a la guerra en Siria, los dos líderes señalaron que desean fortalecer la cooperación para llegar a una solución.

“Hemos discutido el tema de Siria y hemos intercambiado puntos de vista sobre la solución”, puntualizó Putin, quien recordó las fases previas de este debate en la ciudad rusa de Sochi en noviembre pasado.

Según Putin, “hemos debatido qué más podemos hacer para las zonas de distensión y el diálogo. Queremos fortalecer esta cooperación”.

“Cooperamos -aseguró- con los países que buscan una solución en Siria. Queremos destruir los nidos de terror allí y cooperamos con Turquía en este asunto”.

También Erdogan habló de “cierto éxito” al “impedir la pérdida de vidas de civiles” en las zonas de distensión en Siria, un aspecto en el que se coordinan las tropas rusas y las turcas sobre el terreno.

“Mañana debatiremos esto con más detalle con nuestro colega iraní en la cumbre trilateral”, declaró Erdogan, en referencia a la visita del presidente de Irán, Hasan Rohaní, que llegó hoy a Ankara y participará mañana en un encuentro con sus dos homólogos.

Tanto Moscú como Teherán apoyan el Gobierno del presidente sirio Bachar al Asad, mientras que Turquía está aliado con varias milicias islamistas alzadas en armas contra ese régimen.

Erdogan precisó que también informó a Putin de la operación “Rama de Olivo”, lanzada el 20 de enero pasado para tomar el control de la zona kurda de Afrín en el noroeste de Siria y expulsar de este territorio a las milicias kurdosirias Unidades de Protección Popular (YPG).

Ankara considera terrorista al YPG por sus vínculos con la guerrilla kurda de Turquía, el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), pero, preguntado al respecto, Putin se limitó a indicar que “el pueblo kurdo es parte del pueblo sirio y tiene derecho a ser parte del futuro de Siria”.

“El proceso debe coordinarse. Quién debe participar en este proceso político lo debe decidir el pueblo sirio”, concluyó el presidente ruso.