Santiago Muñoz Tapia, director del Servicio Geológico Nacional, una división del Ministerio de Energía y Minas
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El Servicio Geológico Nacional de la República Dominicana (SGN) y el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas de Cuba (Cenais) iniciaron una investigación científica en Puerto Plata, para determinar los posibles efectos en sitio de un terremoto en el centro de esa ciudad, ya que es la provincia con mayor riesgo de sismo del país.

El director del SGN, Santiago Muñoz Tapia, explicó que la investigación es de suma importancia para la nación, ya que fue en Puerto Plata donde ocurrieron dos de los últimos terremotos más significativos: uno el 22 de septiembre del 2003 con una magnitud de 6.5 en la escala de Richter, y otro que tuvo epicentro en Samaná con una magnitud de 8.0, pero también causó cuantiosos daños a la ciudad en 1946.

Fortaleza San Felipe de Puerto Plata

“Puerto Plata está ubicada en una zona con fallas geológicas activas, tanto al Norte como al Sur de ella. Y, además, justo a orillas del Océano Atlántico donde está una de las principales fuentes sísmicas en la República, la interacción de la Placa Norteamérica con la placa del Caribe, especialmente en la parte Norte-noreste de la isla, donde se encuentra la falla Hispaniola Norte”, indicó el doctor Santiago Muñoz, quien destacó que el estudio se realiza con el apoyo del Fondo Nacional de Innovación y Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondocyt) y el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCyT).

Yelena Berenguer. Ingeniera investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas de Cuba

La ciudad también es afectada por la falla Camú, ubicada detrás de la Loma Isabel de Torres, por donde pasa el rio Camú; también la falla Rio Grande próxima a Imbert, que son importantes fuentes sismogénicas (generadoras de sismos) como la falla Septentrional que va desde Samaná hasta Montecristi y es considerada una zona de alto riesgo sísmico”, indico el director de la máxima institución geológica de los dominicanos.

Determinarán el efecto de sitio

En esta investigación se busca determinar el “efecto de sitio” que tendría un eventual sismo en las diversas áreas del casco urbano de Puerto Plata, haciendo énfasis en las edificaciones primarias, es decir, aquellas construcciones que es necesario mantener en pie para responder en caso de desastres, tales como hospitales, e instituciones de socorro a la ciudadanía como el COE, Defensa Civil y los bomberos.

El estudio del comportamiento del suelo se realiza por la necesidad que hay de que se determine el efecto que tendría en el sitio un posible terremoto. “Los efectos de sitio son las variaciones muy puntuales ante la ocurrencia de un sismo. Porque la superficie tiene diferentes composiciones y dependerá de ella si las señales del sismo llegan de la misma manera o no a determinados lugares”, indico la geóloga Zulima Rivera Álvarez, investigadora del Cenais de Cuba.

Zulima Rivera Àlvarez, geóloga, investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas de Cuba

Según la experta, hay zonas donde se amplifican las señales sísmicas en el suelo, hay otras que se atenúan y otras donde simplemente se mantendrían igual.

“Para realizar el estudio se emplearán todas las características que tiene el suelo como litología, las propiedades físico mecánicas, sondeos geotécnicos, campañas de medición y todas las peculiaridades de las estructuras como años de construcción, infraestructura, tipo de estructura, cantidad de personas que trabajan, ahí entre otros aspectos”, detalló.

¿Cuáles edificaciones se estudiarán y por qué?

Durante la investigación se evaluarán las condiciones del suelo donde han sido construidas diez instituciones esenciales en Puerto Plata, que son la Defensa Civil, los ayuntamientos, la Gobernación, el Hospital Ricardo Limardo, y la localidad del Cuerpo de Bomberos de esa provincia.

Además de la Fortaleza San Felipe, la Oficina de Pasaporte, el politécnico Gregorio Urbano Gilbert, la escuela Virginia Elena Ortea y el Liceo José Dubeau, que están ubicados en el casco urbano de la ciudad norteña.

“Nos enfocamos específicamente en las edificaciones que se supone deben mantenerse de pie ante la ocurrencia de un evento sísmico; hablamos de infraestructuras que prestan servicios públicos o que agrupan a una gran cantidad de personas como es el caso de las escuelas, hospitales”, detalló la arquitecta María Betania Roque, encargada de Vulnerabilidad del SGN.

María Betania Roque, arquitecta, encargada del Departamento de Vulnerabilidad del SGN

Este estudio arrojaría los índices de vulnerabilidad de esas edificaciones, para entonces tomar medidas correctivas a esas edificaciones, acotó Yesica Pérez, encargada del Departamento de Dinámica de Estudios del Suelos del Servicio Geológico dominicano.

¿Qué se podría obtener con el estudio?

Esta disertación arrojaría los índices de vulnerabilidad de esas edificaciones, para entonces tomar medidas preventivas en caso de que suceda un eventual terremoto, por lo cual el Estado dominicano podrá ejecutar las políticas para proteger a la población.

El objetivo del estudio es cuantificar los problemas y fluctuaciones asociados a los efectos de sitio, y de su impacto en la ingeniería geotécnica y la seguridad de la estructura.

Otros fines que busca el SGN es elaborar mapas geológicos y de suelos para toda la zona de estudio, considerando las analogías en las características geotécnicas del suelo; obtener mapas de factores de amplificación de los suelos en términos de respuesta espectral tomando en cuenta las situaciones de suelo detalladas y su topografía, aplicando diversos métodos experimentales y técnicas de modelación.

“El proyecto tiene una duración de tres años, y junto al estudio del suelo se estará llevando a cabo la evaluación de las edificaciones antes mencionadas, para determinar los detalles de resistencia de las estructuras”, añadió la ingeniera Yelena Berenguer, del Cenais de Cuba, que está junto a su compañera en el país, acompañando a los expertos dominicanos.

Ya se realizó este estudio en el Gran Santo Domingo

Anteriormente a este, se han realizado levantamientos similares en Salcedo, el Gran Santo Domingo y Santiago.

El Servicio Geológico Nacional, junto al PNUD y otras instituciones internacionales y locales, realizaron desde finales del año 2013 hasta el año 2016 el estudio sobre la amenaza sísmica y vulnerabilidad física del Gran Santo Domingo y San Cristóbal, con el objetivo de contribuir con la reducción del riesgo sísmico a través de la generación de conocimiento de la amplificación del subsuelo y su microzonificación sísmica.

Con estos estudios se han determinado las capacidades institucionales a nivel local y nacional con miras a facilitar la toma de decisiones y fortalecer los procesos para la evaluación de estructuras, la regulación del sector construcción, la prevención y preparación frente a desastres, la planificación urbana y el ordenamiento territorial.

Los terremotos que ha vivido Puerto Plata

En la isla Hispaniola se han registrado históricamente terremotos que han hecho grandes daños específicamente en la costa Norte, que fueron los terremotos de 1562, 1842, 1887, el de 1946 de 8.0 y el de 2003 de 6.5 ocurrido en Puerto Plata.

El terremoto de 1946 de magnitud 8.0 mató alrededor de 100 personas y dejó unas dos mil sin hogar.
El número de muertos fue relativamente bajo, pues el sismo coincidió con una fiesta que se celebraba por la tarde, cuando la mayoría de las personas estaban fuera de casa. El movimiento telúrico causó daños severos en la región norte desde Samaná, pasando por Santiago y Puerto Plata.

El del 22 de septiembre del 2003 tuvo mayores efectos en Puerto Plata en Los Domínguez, el Área Colonial, Los Marmolejos y San Marcos, según un informe del de CODIA; eso, debido a que estos sitios están en zonas topográficas más bajas de la ciudad y básicamente están construidas en sedimentos aluviales y suelos orgánicos que tienen característica de amplificar las ondas sísmicas.

Los daños materiales y pérdidas humanas son consecuencia directa de las condiciones y estructuras geológicas del sitio, que son capaces de amplificar las ondas sísmicas incidentes en un factor de diez veces o incluso mayor para ciertas frecuencias. Y esto es debido a la presencia de diversas tipologías de estructuras sobre diferentes tipos de suelos.