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Brasilia- El presidente brasileño, Michel Temer, juramentó a su nuevo ministro de Trabajo, Caio Luiz de Almeida Vieira de Mello, y afirmó que en los casi seis meses que le restan en el poder “se puede hacer todavía mucho más”.

De Almeida Vieira de Mello, un abogado con reconocida experiencia en la justicia laboral y sin vínculos con partidos políticos, llegó al Gobierno como consecuencia de un nuevo escándalo de corrupción que le costó el cargo a su antecesor, Helton Yomura, sospechoso de ser parte de una red de fraudes con registros sindicales.

En un breve discurso durante la investidura del ministro, Temer evitó alusiones a ese asunto, elogió su “capacidad técnica” y le animó a “trabajar por el país” en lo que resta en el Gobierno, que cambiará de manos el 1 de enero de 2019, cuando asumirá el presidente que surja de las urnas en octubre próximo.

Temer hizo un repaso de las reformas llevadas a cabo durante su gestión, que comenzó a mediados de 2016 tras la destitución de la anterior presidenta, Dilma Rousseff, y valoró en especial lo que calificó de “modernización de las leyes laborales”.

Esa nueva legislación laboral, aprobada el año pasado, redujo el proteccionismo de leyes anteriores y fue celebrada por empresarios, pero resistida por los sindicatos, que la consideraron como una “pérdida de derechos establecidos” a la que aún no se resignan.

Según Temer, sin embargo, esa “modernización” de la legislación laboral fue un “gesto de una osadía extraordinaria”, que permitirá recuperar las plazas de empleo perdidas en medio de la recesión que registró el país entre 2015 y 2016, un período en el que el Producto Interno Bruto (PIB) perdió siete puntos porcentuales.

Una de las consecuencias de la recesión fue una caída en picado de las oportunidades de trabajo, que llevó la tasa de desempleo al 13 %, lo que representa cerca de 14 millones de personas.

En opinión de Temer, el Gobierno “ha hecho mucho” en favor de la recuperación de fuentes de trabajo, mediante medidas que han ayudado a dejar atrás la recesión y retomar el crecimiento, que en 2017 fue del 1 % y para este año se prevé que será cercano al 1,5 %.

“Recuperamos la credibilidad de la economía y estamos poniendo al país en el camino del crecimiento”, lo cual “se empieza a sentir en la retomada de los puestos de trabajo”, declaró el gobernante, quien insistió en que, hasta fines de diciembre próximo, “el Gobierno debe y puede hacer mucho más”.