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Puerto Príncipe- Haití vive hoy una jornada de tensa calma en el primero de los días de huelga general convocada por los sindicatos tras la violencia callejera desatada luego de que el Gobierno anunciara un incremento en el precio de los combustibles que finalmente dejó sin efecto el sábado.

La capital está prácticamente paralizada, por lo que es muy reducida la presencia de personas en las calles, sometidas ahora a un proceso de limpieza por parte de las autoridades tras las barricadas y el encendido de neumáticos y basura.

Las personas, además, han optado por permanecer en sus casas por precaución, mientras que por las calles solo circulan vehículos privados, ya que el transporte colectivo está paralizado.

Carole Pierre, madre de dos hijos, pudo hoy regresar a su vivienda tras quedar tres días atrapadas en medio de los disturbios, según narró hoy a Efe.

Pierre acusa de esta situación al Gobierno de Jovenel Moise, que, a su juicio, “no hace nada para ayudar a los más vulnerables”.

“La gente está muy enfadada con el Gobierno”, afirmó Pierre, aunque dijo no estar de acuerdo con la violencia.

La violencia callejera se desató el viernes pasado en Puerto Príncipe cuando el Gobierno anunció que al día siguiente entraría en vigor un fuerte incremento del precio de los combustibles, como parte del paquete de ajustes que firmó en febrero último con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Este sábado se recrudecieron las manifestaciones y actos vandálicos y el primer ministro, Jack Guy Lafontant, quien en un primer momento había llamado a la calma, anunciaba horas después de que el aumento quedaba sin efecto “hasta nuevo aviso”.

Sin embargo, el caos continuó en la capital y otros puntos del país, a pesar de que casi a medianoche del sábado el presidente haitiano, Jovenel Moise, recordó que el incremento había sido revocado y pidiera la calma y el retorno de la normalidad.

Las autoridades dispusieron aumentos de un 37 % en el precio de la gasolina; de un 40 % en el gasóleo (diesel) y más de un 50 % en el queroseno, este último muy utilizado para alumbrar las casas haitianas de amplios sectores de escaso poder adquisitivo. EFE