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Una veintena de personas han muerto y otras 42 han resultado heridas tras los disparos de un hombre que ha irrumpido en la madrugada de este domingo en un club nocturno de Orlando (Florida), según ha informado John Mina, jefe de Policía de la ciudad estadounidense. El suceso ha ocurrido en el local Pulse, un conocido club gay, donde el agresor se ha atrincherado durante más de tres horas. El homicida ha muerto en un enfrentamiento con la policía, que investiga el ataque como un acto de terrorismo. Con los primeros disparos, el club ha colgado un mensaje de alerta  en su perfil de Facebook: “Que todo el mundo salga de Pulse y eche a correr”.

Sobre el atacante, la Policía solo ha precisado que “no era de la zona” y estaba armado con un fusil de asalto y con un “artefacto” del que no han dado más detalles. Según los investigadores, que han participado en una conferencia de prensa, el sospechoso tomó como rehenes a parte de los clientes del local y se enfrentó a tiros con nueve policías. La Policía de Orlando ha hecho varios llamamientos a los testigos para que se acerquen a la comisaría local y a cualquiera que pueda aportar pistas para que se ponga en contacto con el FBI.”Este crimen tendrá un grave efecto en la comunidad”, ha lamentado el alcalde, Buddy Dyer.

El autor de los disparos irrumpió en el local en torno a las dos de la madrugada de este domingo —ocho de la mañana hora peninsular española— y ha provocado una situación de caos e incertidumbre que se ha prolongado durante horas. La policía ha pedido apoyo a cuerpos locales, estatales y federales. En torno a las cinco de la madrugada se ha escuchado una explosión. La Policía de Orlando ha precisado a través de su cuenta de Twitter que se trataba de una “detonación controlada” por ellos. Hasta el lugar se ha desplazado un negociador y se ha dispuesto un fuerte dispositivo de seguridad, con ambulancias y patrullas de policía. Según testigos presenciales, parte de los heridos han sido distribuidos por los hospitales de la zona en función de su gravedad. 42 de ellos han sido trasladados al Centro Médico Regional de Orlando.

Ricardo, uno de los clientes que se encontraba en el interior del local, ha explicado en RNE que el local estaba muy lleno cuando escucharon los disparos, y que entonces se tiraron al suelo. En una pausa de la ráfaga de tiros, se levantaron y salieron corriendo por la parte de atrás. “Pensaba que era parte de la música hasta que vi el fuego de su pistola”, ha añadido Rosie Feba, que también logró escapar.

El tiroteo ha saltado a las redes sociales pocos minutos después de producirse. Anthony Torres, que ha difundido vídeos de los primeros momentos a través de las redes sociales, escuchó las detonaciones cuando salía del local. “Todo el mundo estaba corriendo y gritando”, ha declarado a Daily News.