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Bogotá.- Los técnicos de Ecopetrol detectaron hoy un nuevo hueco en el afloramiento de petróleo que ha causado un desastre ambiental en varios arroyos que fluyen por el departamento colombiano de Santander (noreste).

Ese nuevo orificio está situado a unos 60 centímetros de distancia del afloramiento original, que comenzó el pasado 12 de marzo, causó un derrame de 550 barriles y, según detalló Ecopetrol en un comunicado, está actualmente controlado.

El vertido comenzó en el pozo La Lizama 158, situado en una zona rural del municipio de Barrancabermeja (Santander), una localidad en la que centenares de vecinos se han quedado sin agua debido al afloramiento.

Ese derrame ha causado una gran mancha de petróleo que en un principio se extendió por dos quebradas, La Lizama y Caño Muerto, dejando a su paso miles de animales muertos, la mayoría de ellos peces.

Ante la posibilidad de que el vertido de crudo llegara al río Magdalena, el mayor de Colombia y una gran autopista fluvial que cruza buena parte del país, la compañía estatal puso en marcha una gran dispositivo humano y técnico.

El crudo cayó entre el 12 y el 15 de marzo, fecha desde la que no ha habido más derrames, según dijo ayer el presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón.

Para hoy y como parte del plan de contingencia, estaba previsto que llegara una unidad estadounidense de «snubbing», que «permite intervenir pozos en condiciones de alta presión».

Ante esta situación, el jefe de la cartera de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, le envió una carta al procurador, Fernando Carrillo, para pedirle que el Ministerio Público «inicie los procesos disciplinarios tendientes a identificar a los responsables de esta tragedia ambiental».

Le envío además otra carta al fiscal general, Néstor Humberto Martínez, para solicitarle la apertura de una investigación penal para este caso.

El ministro aseguró también ayer que Ecopetrol puede ser sancionada si las autoridades comprueban que ocultó información que «era relevante» para evitar el derrame de crudo.

«Si encontramos que Ecopetrol no facilitó información o escondió información que era relevante para evitar que una tragedia como esta sucediese, se agravaría mucho esta situación y estaría sujeta a drásticas sanciones, muy ejemplarizantes, por parte de la ANLA «, afirmó Murillo.

En su comunicado de hoy, Ecopetrol explicó que el afloramiento «continúa en proceso de disminución de la presión» y se confirma que «el nivel de fluidos contenidos en el lugar sigue disminuyendo».

Además, aseguraron que el crudo está «confinado en el lugar» donde se produjo el vertido «sin riesgo de desbordamiento hacia las fuentes hídricas».

Por ello, reiteraron que el pasado 15 de marzo los técnicos de la empresa lograron contener el fluido de lodo, crudo y agua hacia las quebradas La Lizama y Caño Muerto.

Además agregaron que desde ese día no hubo más vertidos a las quebradas.