Cada año, casi uno de cada 5 adultos estadounidenses se enfrenta a una enfermedad mental o a un problema de abuso de sustancias, según un estudio del gobierno de EE. UU.
Oregón tiene la tasa más alta, y Nueva Jersey la más baja, según datos de 2012-2014 analizados por la Administración de Abuso de Sustancias y Servicios de Salud Mental (SAMHSA) de EE. UU.
En total, casi 44 millones de estadounidenses a partir de los 18 años de edad tuvieron un trastorno mental, conductual o emocional diagnosticable el año anterior, señalaron los investigadores. Revisaron encuestas nacionales sobre el uso de medicamentos y drogas y la salud.
«Las cifras en el informe de la SAMHSA nos recuerdan la importancia de tomarse la salud mental tan en serio como cualquier otra afección de la salud», enfatizó en un comunicado de prensa de la SAMHSA Kana Enomoto, subsecretaria en funciones de la agencia.
La tasa nacional general de enfermedad mental fue de más o menos un 18 por ciento.
En Oregón, casi un 23 por ciento de los residentes del estado sufrían de algún tipo de enfermedad mental. Utah, Virginia Occidental, Maine y Rhode Island quedaron en segundo lugar, con unas tasas de más de un 21 por ciento.
En Nueva Jersey, el estado con una mejor salud mental, menos de un 16 por ciento de los adultos sufrían de una afección de salud mental, según el informe. Las otras tasas más bajas fueron en Illinois, Dakota del Norte, Florida y Dakota del Sur, con más o menos un 16.5 por ciento.
Las tasas también variaban dentro de un estado. Por ejemplo, la parte noroeste de Oregón tenía un máximo de casi un 24 por ciento. En el sur de Florida, menos de un 15 por ciento tenían una enfermedad mental diagnosticable en cualquier año dado.
«La presencia de [cualquier enfermedad mental] en todos los estados refuerza que la enfermedad mental es un importante problema de salud pública en Estados Unidos», anotó el informe. «Los niveles generales de tratamiento siguen siendo bajos, y abordar la salud mental de los adultos de EE. UU. sigue siendo una preocupación de las autoridades de salud pública estatales y nacionales».
Resaltar el porcentaje de personas con enfermedades mentales en cada estado y a nivel local puede ayudar a los legisladores a evaluar las necesidades de salud mental de sus comunidades, anotaron los investigadores.
Examinar los cambios a lo largo del tiempo es una parte clave de dichas evaluaciones. Según el informe, las tasas de enfermedad mental en el año anterior entre los adultos aumentaron en California, Maine, Carolina del Norte y Rhode Island entre 2010-2012 y 2012-2014. No hubo cambios en los demás estados.