Washington- EFE- El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció este viernes haber firmado un acuerdo con la Unión Europea (UE) para que los productores estadounidenses puedan vender en Europa “la mejor carne de vacuno del mundo”, pero con la condición de que no esté tratada con hormonas de crecimiento.
“Hoy es un gran día, un trato maravilloso para mucha gente. Hoy firmamos un acuerdo que hará más fácil exportar carne de vacuno estadounidense a la Unión Europea”, dijo el mandatario.
“Esta es una tremenda victoria para los ganaderos estadounidenses y, por supuesto, para los consumidores europeos porque la carne de ternera estadounidense está considerada la mejor del mundo”, aseveró Trump, que en la firma del acuerdo estuvo acompañado por ganaderos del país.
También acudió a la ceremonia el embajador de la UE ante EE.UU., Stavros Lambrinidis, quien expresó su deseo de que el acuerdo sirva para “fortalecer” la relación entre Bruselas y Washington.
“El acuerdo que firmamos hoy muestra que, como socios, podemos resolver problemas y que, como socios, en el espíritu de esta colaboración, podemos dar forma al mundo para que esté basado en fuertes valores abiertos y fuertes reglas abiertas”, manifestó Lambrinidis.
En junio, la Comisión Europea ya había anunciado que la UE y EE.UU. habían llegado a un acuerdo para que los productores estadounidenses vendan en Europa una mayor cantidad de carne de vacuno, siempre que no haya sido alterada con determinadas hormonas de crecimiento.
Una vez firmado el pacto por EE.UU., ahora debe ser ratificado por el Parlamento europeo antes de entrar en vigor.
De implementarse, los productores estadounidenses podrán vender anualmente en Europa hasta 35.000 toneladas de carne de ternera al año, durante un periodo de siete años.
Los estándares sobre la calidad de la carne establecidos por EE.UU. y la UE son muy diferentes: algunas compañías estadounidenses están prohibidas en Europa porque usan hormonas para engordar artificialmente al ganado, lo que veta la regulación europea ante el temor de que pueda ser dañino para la salud.
Ante esos temores, en 1989 la Unión Europea prohibió la importación de EE.UU. de carne de vacuno modificada genéticamente.
En un principio ese veto tenía un carácter temporal, pero en 2003 el bloque comunitario decidió prohibir permanentemente la carne de ternera tratada con una hormona llamada estradiol (un esteroide sexual femenino) y vetó temporalmente la carne alterada con otros cinco tipos de hormonas.
Esa decisión hizo que Washington llevara a la UE ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por considerar que estaba infringiendo las normas internacionales de comercio.
Tras años de litigio, en 2009 la UE y Washington alcanzaron un acuerdo por el que se establecía que EE.UU. y otros países podían vender en Europa hasta 45.000 toneladas anuales de carne de vacuno sin hormonas de crecimiento.
Lo que el nuevo acuerdo establece es que, de esa cuota de 45.000 toneladas, unas 35.000 serán vendidas exclusivamente por productores estadounidenses. EFE