Santo Domingo.- Cada enero, desde hace 33 años de manera ininterrumpida, el doctor Félix Antonio Cruz Jiminián rinde tributo a la Virgen de la Altagracia con la tradicional celebración de una misa, en esta ocasión oficiada este viernes por el padre Daniel Mansiel, párroco de la iglesia San Pablo Apóstol.
En el servicio llevado a cabo en las instalaciones de la Clínica Cruz Jiminián, ubicada en la Avenida Ortega y Gasset, número 90, en Cristo Rey, Distrito Nacional, Cruz Jiminián valoró que se trata de un acto de reconocimiento a la mujer que llevó a Cristo el Salvador del mundo en su vientre.
El galeno agradeció y felicitó a cada uno de los que siempre apoyan la misa, y les deseó un año lleno de bendiciones, al reiterar su devoción y amor a la madre espiritual y protectora de los dominicanos.
El altruista médico y también presidente de la Fundación Cruz Jiminián, exhortó a la familia a mantenerse unida y a profesar su fe en Dios.
Cruz Jiminián, quien ha entregado su vida profesional a la medicina y al apoyo de personas de escasos recursos y con problemas de salud, llamó a la ciudadanía a acercarse más a Dios y ayudar al próximo, al igual que profesó la Virgen.
Madre protectora
La Virgen de la Altagracia o Nuestra Señora de la Altagracia fue proclamada en el siglo XVI durante la época colonial, mientras que en República Dominicana el arzobispo de Santo Domingo, Monseñor Arturo de Meriño, fue quien pidió a la Santa Sede que fuese establecido como festividad el 21 de enero.