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Aumentar incluso un poco de peso puede aumentar las probabilidades de desarrollar insuficiencia cardiaca, según datos de un nuevo estudio.

Aumentar de peso puede cambiar la estructura del corazón y su capacidad de bombear sangre. Pero perder peso puede revertir ese proceso, que es potencialmente letal, señalaron los investigadores.

«Las personas que aumentan de peso, incluso apenas un 5 por ciento, son más propensas a presentar un engrosamiento en el lado izquierdo del corazón, que es un indicador bien establecido de la insuficiencia cardiaca», dijo el investigador líder, el Dr. Ian Neeland.

Esas personas «también son más propensas a tener reducciones en la capacidad de bombeo del corazón», apuntó Neeland, profesor de medicina interna en el Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas, en Dallas.

Las personas que pierden peso en realidad mejoran su corazón al reducir el grosor del músculo cardiaco, y es probable que eso reduzca su riesgo de insuficiencia cardiaca, añadió.

El aumento de peso en el vientre, donde la grasa se acumula alrededor de los órganos, podría producir hormonas que pueden hacer daño al corazón y provocar inflamación, dijo Neeland.

El aumento de peso también supone un esfuerzo para el corazón, al hacer que bombee más arduamente, lo que hace que el músculo cardiaco se haga más grueso. «Los corazones gruesos no pueden contrarrestar el cambio, y pueden al final fallar», dijo.

Prevenir el aumento de peso es una forma importante de proteger la salud del corazón. «El corazón es muy dinámico, muy plástico. Los cambios pequeños a lo largo del tiempo hacen grandes diferencias», aseguró Neeland.

Al inicio del estudio, más de 1,200 hombres y mujeres con una edad promedio de 44 años que no tenían enfermedad cardiaca ni ninguna otra afección que los pusiera en riesgo de enfermedad cardiaca se sometieron a IRM del corazón y a varias medidas de la grasa corporal. Dichas pruebas se volvieron a realizar de nuevo siete años más tarde.

Los investigadores encontraron que las personas que aumentaron su peso incluso en apenas un 5 por ciento eran más propensas a tener un engrosamiento y un agrandamiento en el ventrículo izquierdo, que es la cámara inferior del corazón, y que es un indicador de insuficiencia cardiaca futura.

Además, los participantes del estudio eran más propensos a presentar pequeñas reducciones en la capacidad de bombeo del corazón, dijo Neeland.

Esos cambios en la estructura y la función del corazón persistieron incluso después de que los investigadores tomaran en cuenta otros factores que pueden afectar al corazón, como la hipertensión, la diabetes, fumar y el consumo de alcohol.

Pero las personas que perdieron peso fueron más propensas a presentar una reducción en el grosor del músculo cardiaco, comentó Neeland.

Los investigadores también encontraron que el peso de alguien al inicio del estudio no tuvo un efecto en los cambios en el corazón.

Neeland dijo que incluso las personas con un peso normal pueden producir daños en el corazón si aumentan de peso con el tiempo.

El Dr. Byron Lee, profesor de medicina y director de los laboratorios y las clínicas de electrofisiología en la Universidad de California, en San Francisco, indicó que «aumentar de peso es malo para uno, punto». Lee no participó en el estudio, pero está familiarizado con los hallazgos.

«En este estudio, encontramos otro motivo por el que ganar incluso un poco de peso a lo largo del tiempo tiene efectos negativos para el corazón», advirtió Lee. «Los pacientes deben darse cuenta de que mantenerse en forma es mejor que cualquier medicamento que un médico pueda administrar para su salud a largo plazo».