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Santo Domingo, República Dominicana.– El 7 de septiembre, Rafaela Croussett y Ramón Antonio Hernández celebraron su Boda de Oro, conmemorando 50 años de matrimonio en una ceremonia llena de emociones, recuerdos entrañables y sorpresas que destacaron el amor y la unidad familiar que han marcado su medio siglo juntos. La pareja, casada desde 1974, ha construido una sólida familia con cuatro hijos: Sarah Wendy, Juan Ramón, Ruth Esther y Juan Rafael, todos casados y con hijos propios. Aunque Juan Ramón, el segundo hijo dé la pareja, quien residente en Nueva York, y el primer nieto de la pareja residente en Nebraska, Ewris Clase no pudieron asistir en persona su participación virtual emocionó profundamente a los presentes.

Una Celebración de Fe y Agradecimiento

La ceremonia comenzó con una oración de agradecimiento a Dios por la salud y la unión de Rafaela y Ramón, dirigida por la señora Rosina Guzmán de Jesús, de la Parroquia San Maximiliano Corbe. Este acto marcó un inicio espiritual y conmovedor, celebrando el privilegio de alcanzar este importante aniversario rodeados de sus seres queridos.

Sarah Hernández, la hija mayor, pronunció las palabras centrales del acto. En su discurso, destacó el amor incondicional de sus padres y cómo han sido un ejemplo de entrega, compromiso y fe a lo largo de los años. «Nos enseñaron a valorar la familia, la disciplina, el trabajo, la responsabilidad, a mantenernos unidos en todo momento y a caminar siempre en amor», expresó Sarah, suscitando aplausos de los presentes, conmovidos por su mensaje.

Momentos inolvidables y sorpresas especiales

Uno de los momentos más emotivos de la celebración fue la proyección de un video homenaje en el que Juan Ramón y Ewris enviaron mensajes desde el extranjero. «Gracias por enseñarnos el valor de la familia. Los adoro y deseo mucha salud para ustedes», dijo Juan Ramón. Por su parte, Ewris, el primer nieto de la pareja, compartió: «Abuelos, los amo. Gracias por enseñarnos que la familia es como las ramas de un mismo árbol: cada una crece en diferentes direcciones, pero las raíces son las mismas». Estas palabras tocaron profundamente el corazón de todos los asistentes.

La sorpresa de la noche fue la llegada de Mary y Magalys Hernández, quienes fueron pajes en la boda original de Rafaela y Ramón hace 50 años. Su aparición inesperada llenó el ambiente de nostalgia y alegría, recordando aquel día en que, siendo niñas, acompañaron a la pareja al altar. Su presencia fue un hermoso tributo al pasado y una celebración del presente.

Una convivencia familiar y amistosa

La celebración de esta Boda de Oro contó con la participación de familiares procedentes de diversas localidades, como Santiago y San Francisco de Macorís, además de vecinos, amigos y allegados que han sido parte fundamental de la vida de la pareja. Todos ellos fueron testigos del cariño y la gratitud expresados por Rafaela y Ramón hacia aquellos que los han acompañado durante cinco décadas, en momentos de alegría y en tiempos de desafío.

Isabel Sosa Rodríguez dirigió la bendición de los alimentos, agradeciendo la oportunidad de compartir un momento tan especial en un ambiente de amor y unidad.

Un banquete y una decoración que reflejaron la alegría del momento

El evento ofreció un exquisito buffet preparado por Irene Moreno, propietaria de «Yantal al Pilón,» una experta en gastronomía para eventos. La selección de platos encantó a los invitados, quienes disfrutaron de una cena que complementó a la perfección la calidez de la celebración. Para contratar sus servicios, se puede contactar al 829-990-2576.

La ambientación musical, a cargo de Uzias DJ Music, incluyó varias piezas interpretadas magistralmente en saxofón, creando un ambiente de elegancia y sofisticación que acompañó los momentos clave de la velada. Para más información sobre sus servicios, se puede contactar al (849) 272-7858.

La decoración del evento, con rosas naturales y helechos, estuvo a cargo de Awilda Miller y su empresa «Valen Fiesta.» Los detalles florales y la estética armoniosa capturaron la esencia de esta Boda de Oro, simbolizando el amor floreciente y la fortaleza de una relación que ha perdurado a través del tiempo. Para más información, se puede contactar al 809-413-5588.

Un tributo al amor verdadero

La Boda de Oro de Rafaela Croussett y Ramón Antonio Hernández no solo celebró sus 50 años de matrimonio, sino que rindió homenaje a un legado de amor, dedicación y unidad familiar. Rodeados de amigos y seres queridos, la pareja demostró que su compromiso y fe en el amor siguen tan fuertes como el primer día. Esta celebración fue más que una fiesta; fue un tributo al poder del amor verdadero y a los lazos que mantienen unida a una familia, generación tras generación.