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Santo Domingo.- Solo durante el primer trimestre del año enero-marzo, el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE) distribuyó, a través del Programa de Alimentación Escolar (PAE), más de 269 millones de raciones alimenticias para beneficio de dos millones de beneficiarios del Sistema Público Nacional y los programas Prepara y Oportunidad 14-24.

El director del INABIE, Víctor Castro, explicó que el programa de mayor alcance del Estado dominicano, como es el PAE, tuvo un porcentaje de ejecución por encima del 95% cada día, garantizando la permanencia de los estudiantes en el aula y el ahorro en costo de alimentación para más de 715 mil familias dominicanas beneficiarias.

Se sirvieron más de 75.4 millones de raciones de almuerzo en los centros que funcionan bajo la Jornada Escolar Extendida. Además, más de un millón de raciones fueron entregadas en el Programa de Educación para Adultos (Prepara) y 209,100 en Oportunidad 14-24, estos dos últimos, que conforman una matrícula superior a los 131,200 beneficiarios, fueron incluidos en el PAE desde el inicio de este año escolar 2023-2024.

De acuerdo con los datos aportados por la Dirección de Gestión Alimentaria, en el periodo descrito fueron distribuidos 89.8 millones de panes y galletas nutritivas y 94 millones de raciones líquidas en el desayuno escolar.

La alimentación escolar llegó también a los centros educativos que tienen cocinas dentro del plantel educativo y a los que se encuentran en las zonas fronterizas y de difícil acceso. El INABIE distribuyó entre estos más de 7.8 millones de raciones alimenticias.

Frutas en el PAE

El piloto de frutas se desarrolla con éxito en 29 centros educativos de Santo Domingo y Mao, provincia Valverde. En el periodo se distribuyeron junto con el almuerzo escolar más de 851,343 frutas.

Las frutas se distribuyen los cinco días de la semana en los centros del piloto, se sirven raciones enteras (guineo o mandarina) o picadas en forma de postre (lechosa, mango, piña, etc.).

INABIE inspecciona

Castro reiteró que la ejecución del PAE va acompañado con un sistema articulado de supervisión que se pone de manifiesto desde la recepción del alimento por parte del director de la escuela hasta la evaluación de muestras aleatorias en los laboratorios de Salud Pública y del Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI).

Durante el primer trimestre fueron realizadas 6,121 supervisiones, 374 inspecciones a panaderías, cocinas, almacenes y procesadoras de leche y 89 análisis de laboratorio.

“Con estas supervisiones, verificamos el correcto cumplimento de los lineamientos del PAE y las buenas prácticas de manufactura por parte de los suplidores de la alimentación escolares en las instalaciones donde elaboran los alimentos: higiene y salud del personal, abastecimiento de agua, disposición de desechos, control de plagas, limpieza y orden, cumplimiento con los estándares del proceso y producto final y otros aspectos que garanticen la inocuidad y calidad de los alimentos”, explicó el director ejecutivo, al tiempo que destacó que las incidencias con la alimentación escolar cada vez han sido mínimas.

“Tenemos un personal vigilante del proceso en cada escuela del país y los comités de recepción de las escuelas están funcionando”, acotó Castro.