El campeón de la Conferencia Oeste se decidirá en el séptimo partido. Gracias a una memorable actuación de Klay Thompson (41 puntos, 11 triples) y Stephen Curry (29 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias), los Warriors asaltaron el Chesapeake Energy Arena (101-108) y el próximo lunes jugarán ante su público para volver a las Finales de la NBA en las que ya esperan los Cleveland Cavaliers. Con sus 11 triples, Thompson estableció un nuevo récord en un partido de playoff. Los ‘Splash Brothers’ aparecieron en el momento decisivo para dar la vuelta a un partido que tuvieron siempre cuesta arriba. Pero no se rindieron y acabaron culminando la remontada en un último cuarto para el recuerdo (18-33).
Tuvieron que sufrir los vigentes campeones. A Curry le costó entrar en el partido y su equipo lo acusó. Sus primeros puntos llegaron mediado el segundo cuarto (26-33) con unos Thunder lanzados. Golden State no era capaz de responder a Durant (29 puntos) y Westbrook (28+9+11) y tan solo una racha de tres triples seguidos de Thompson evitó que la diferencia en el marcador fuera mayor.
Fue el propio Thompson el que, al salir del descanso, devolvió la ventaja a los de la Bahía con otros dos triples consecutivos (53-54). Curry tomó entonces el relevo de su compañero. El base fue sintiéndose cada vez más cómodo y se encargó de mantener a flote a su equipo con 11 puntos consecutivos. Pero Oklahoma City seguía transmitiendo mejores sensaciones y respondió a los fogonazos de su rival sin alterar su plan de juego. El 83-75 con el que se llegó al último periodo permitía a los de Donovan soñar con volver a las Finales de la NBA cuatro años después.
Thompson no se enfrío tras un breve paso por el banquillo (9 puntos seguidos al inicio del cuarto) pero los Warriors no conseguían acercarse en el marcador (93-87). Steve Kerr decidió entonces jugarse el todo por el todo y fiar el éxito de su equipo al acierto de sus tiradores. El técnico sentó a Bogut para dar entrada a Iguodala y la apuesta por el ‘small ball’ le salió bien. El MVP de las pasadas finales resultó clave con su magnífica defensa sobre Durant, que se apagó en el tramo final. Fue el propio Iguodala el que empató el partido a falta de dos minutos (101-101) y posteriormente robó el balón para asistir a Klay Thompson, que no perdonó con su undécimo triple. El ‘11’ de los Warriors convirtió 19 puntos en el último cuarto, uno más que todos los Thunder. Los pupilos de Donovan desaprovecharon la ocasión y se lo jugarán todo en el Oracle Arena.