Santo Domingo- El Voluntariado del Banco de Reservas, a través de su Programa Vida, ha beneficiado en los últimos tres años a 132,603 familias que participaron en la recolección de 917 mil libras de plástico en los márgenes de los ríos Ozama y Yaque del Norte.
La presidente del Voluntariado, Jacqueline Ortiz de Lizardo, dijo que este programa procura fomentar una cultura de respeto al medio ambiente, estimular el emprendedurismo y una ética de trabajo comunitario, además de contribuir con el desarrollo sostenible del fomento al reciclaje en nuestro país
“Cada vez son más los voluntarios que se unen a esta hermosa causa y durante los años 2017 al 2019 han participado más de 1,200 voluntarios de distintas áreas del Banco de Reservas y empresas del Grupo Reservas”, detalló Ortiz de Lizardo.
Como un aporte a quienes contribuyen a sanear sus corrientes, el Voluntariado Banreservas ha repartido 88,402 raciones de alimentos que mejoraron de forma decisiva las condiciones de vida de los beneficiarios. Los intercambios se realizaron en 108 operativos, que se caracterizaron por el orden y el respeto a la dignidad de las personas.
Este esfuerzo institucional, que el Voluntariado realiza desde diciembre de 2013, cumple el doble propósito de concienciar sobre el medio ambiente y aportar al desarrollo de quienes viven cerca de las márgenes.
Intercambio solidario
Un ambiente alegre, profundamente humano y solidario, se vive cada viernes cuando cientos de personas intercambian bolsas de plásticos por alimentos en El Dique, en Santo Domingo, o en Ciudad Santa María, Santiago.
Vida para el Ozama se concentra principalmente en el sector El Dique, donde, desde 2017, se han realizado 53 operativos con participación comunitaria. Esta iniciativa ha impactado a La Ciénaga, Ensanche Ozama, Los Platanitos, Domingo Savio, Los Guandules, Villa Duarte, Maquiteria y otros barrios en ambos lados de la rivera.
Mientras, Vida para el Yaque se desarrolla en el sector Ciudad Santa María, en Santiago, donde ha contribuido de forma significativa con las personas de Villa Liberación, La Otra Banda, Los Vásquez, La Herradura, Barrio Balaguer, Baracoa, La Joya y Pueblo Nuevo.
Estas comunidades han empezado a cuidar más el río y lo han librado de estos desechos plásticos que tardan más de 400 años para descomponerse. Los materiales son llevados por el Voluntariado de Banreservas a una empresa recicladora que los convierte en materia prima y son exportados al exterior.
Durante este 2019, el Voluntariado Banreservas continúa trabajando en su indeclinable meta de seguir contribuyendo con programas de solidaridad y compromiso social, para favorecer a miles de dominicanos.