LONDRES.-EFE- El objetivo británico de reducir a cero los gases que contaminan el medioambiente para 2050 se ha convertido este jueves en ley, lo que convierte al Reino Unido en la primera gran economía que legisla en ese sentido, informó el Gobierno.
A principios de este mes, el Ejecutivo británico había comunicado este objetivo como manera de afrontar la crisis climática y tras la intensa campaña de los grupos ecologistas del país.
El secretario de Estado de Energía, Chris Skidmore, fue el encargado de firmar el documento que obliga la entrada en vigor de esta ley, una vez que fuese aprobada esta semana por las dos cámaras parlamentarias, Comunes y Lores, por la vía rápida ante la falta de oposición de los miembros del poder legislativo.
La medida ya había sido bien recibida por grupos ecologistas como “Extinction Rebellion”, que hace unas semanas organizó una serie de protestas callejeras en Londres para forzar al Gobierno a tomar medidas concretas ante el calentamiento global.
El Reino Unido ya estaba legalmente comprometido a reducir las emisiones en un 80% para el 2050, pero el Gobierno dio un paso más para marcar como objetivo un recorte a cero.
Este objetivo implicará que las emisiones de gases contaminantes de viviendas, transporte, agricultura y la industria tendrán que ser evitadas por completo, según los medios.
El llamado Comité sobre Cambio Climático, que asesora al Gobierno, había recomendado en mayo tener como meta el “cero”.
Ese comité consideró que, si otros países siguen las medidas del Reino Unido, habrá más posibilidades de situar por debajo de 1,5 grados centígrados el alza de las temperaturas para 2100.
El Gobierno había presentado a principio de mes en la cámara baja un instrumento legal para acelerar el trámite parlamentario de este plan, dado que todos los partidos estaban a favor de la medida.
Según los expertos, para alcanzar el objetivo cero, el país tendrá que poner fin al uso de los calentadores a gas en los hogares, poner en marcha electricidad más ecológica y cambiar los vehículos que funcionan con diésel o carburante por los eléctricos, mientras que la gente tendrá que caminar y montar más en bicicleta.
También estiman que la población tendrá que consumir menos carne y lácteos y viajar menos en avión. EFE