Santo Domingo.- En un avance significativo, la Oficina de Defensa Pública ha logrado, a través de persistentes acciones de amparo, que el Privado de Libertad Modesto de Jesús Pérez Coronado, quien padece severos trastornos de salud mental y se encontraba en condiciones deplorables en la Cárcel Concepción de La Vega y luego llevado al Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo, sea finalmente trasladado al Centro de Rehabilitación Psicosocial Padre Billini.
Las acciones de amparo emprendidas por la Defensa Pública han sido una respuesta a las reiteradas violaciones de los derechos fundamentales de Pérez Coronado, quien fue diagnosticado con trastornos mentales severos, y que se encontraba en una celda de aislamiento en condiciones inhumanas.
Sin acceso a tratamiento médico, sin alimentación adecuada y en un entorno insalubre, su situación reflejaba el abandono y la negligencia del sistema penitenciario dominicano hacia los privados de libertad más vulnerables.
En su más reciente Informe sobre las Condiciones de Detención y Prisión 2023, la Defensa Pública destacó que 503 privados de libertad con diversos trastornos mentales conviven con otros presos en condiciones deplorables. En este contexto, el caso de Pérez Coronado resultó especialmente dramático: «Su condición de salud mental lo llevaba a hacer sus necesidades y a ensuciar su cuerpo con sus heces fecales, provocando un hedor inaguantable en su celda», detalla el documento.
A pesar de haber sido declarado «inimputable» por el Segundo Juzgado de la Instrucción de La Vega y de haberse ordenado su traslado al Centro de Rehabilitación Psicosocial Padre Billini, el privado de libertad fue inicialmente rechazado en dicho centro por no cumplir con ciertos protocolos. Este rechazo provocó su retorno a la cárcel, donde continuó sufriendo condiciones de extrema precariedad y deshumanización.
Gracias a la incansable labor de la Oficina Nacional de Defensa Pública, que ha interpuesto múltiples acciones de amparo, y a personas e instituciones de Salud Pública que se han interesado por el caso, se ha logrado que Modesto de Jesús Pérez Coronado, sea trasladado al Centro de Rehabilitación Psicosocial Padre Billini, donde podrá recibir el tratamiento médico que su condición requiere. Este logro subraya la importancia de continuar luchando por los derechos de los privados de libertad con trastornos de salud mental en el país, y de exigir un sistema penitenciario que respete la dignidad humana, expresó el Lcdo. Rodolfo Valentín Santos, director de la Oficina Nacional de Defensa Pública.
Historia del caso
El 5 de diciembre de 2019, Modesto de Jesús Pérez Coronado fue sometido a prisión preventiva por tres meses en la Cárcel de La Vega, tras una solicitud ante la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente de La Vega. Sin embargo, meses después, fue trasladado arbitrariamente a la Cárcel Palo Hincado de Cotuí, sin una orden justificada, en violación de sus derechos constitucionales.
Desde su arresto, se sabía que Pérez Coronado padecía de problemas mentales, lo que había requerido su ingreso en varios centros para recibir tratamiento. A pesar de su condición, fue confinado en una celda de aislamiento en la Cárcel Palo Hincado, bajo condiciones infrahumanas. Mediante un amparo, se logró revocar dicho traslado y se ordenó su retorno al Centro Penitenciario La Concepción en La Vega, conforme a la Sentencia Penal núm. 351-2021-SSEN-00097, emitida el 29 de diciembre de 2021.
El 24 de febrero de 2023, el tribunal declaró a Pérez Coronado inimputable, imponiendo como medida de seguridad su ingreso en el Centro de Rehabilitación Psicosocial Padre Billini para recibir tratamiento médico. Esta decisión fue confirmada por la Resolución Penal núm. 596-2023-SRES-00539, del 5 de septiembre de 2023, que también puso fin a su prisión preventiva.
El 5 de diciembre de 2023, las autoridades penitenciarias trasladaron a Pérez Coronado al Centro Padre Billini, en cumplimiento de la decisión judicial. Sin embargo, su ingreso fue rechazado bajo el argumento de que el director del centro no estaba disponible y que era necesario cumplir ciertos protocolos para su admisión, lo que complicó aún más su situación.