Los restos de una especie de delfines sin dientes, con bigotes y relativamente bonitos extintos hace 30 millones de años fue descubierta este martes por un grupo de científicos.
Los investigadores fueron capaces de reconstruir la saga evolutiva del mamífero acuático, denominado el Xenops inermorostum era la mitad del tamaño del delfín común.
El delfín era increíblemente pequeño, medía entre 1,2 y 1,5 metros, según el estudio publicado en la revista británica Proccedings of the Royal Society B. Su hocico era «extremadamente corto, estaba desprovisto de dientes y estaba dotado de largos labios y bigotes».
Los mini delfines pertenecieron a la familia temprana de uno de los grupos principales de cetáceos llamado Odontoceti o «ballena dentada» que incluye a las orcas y los cachalotes.
Cuatro millones de años antes, los odontocetos ya existían pero tenían dientes, lo cual prueba hasta qué punto una especie puede evolucionar rápidamente, según investigadores.
La dieta del Xenops consistió exclusivamente de pequeños peces, calamares y otras criaturas de cuerpo blando. Como tenían la nariz doblada hacia abajo, los investigadores sospechan que rondaba el fondo de los mares en busca de comida.