SAO PAULO.- EFE- La Policía Federal de Brasil y la agencia de inmigración de Estados Unidos detuvieron este jueves, en una operación conjunta, a ocho personas acusadas por promover la inmigración ilegal, lavado de dinero y asociación ilícita.
Según la Policía, entre los detenidos figura Saifullah Manun, oriundo de Bangladesh, apuntado como el cabecilla de la organización criminal y quien vive desde hace seis años en Sao Paulo.
Las investigaciones, iniciadas en mayo de 2018, detectaron que la banda ofrecía refugio y documentos falsos a migrantes ilegales provenientes de países del sur de Asia, en especial Afganistán, Bangladesh, India, Nepal y Pakistán, para su posterior ingreso ilegal a Estados Unidos, explicó la Policía en un comunicado.
Tras recibir los documentos falsificados, los migrantes dejaban sus países de origen y entraban en Brasil por el aeropuerto internacional de Guarulhos, en Sao Paulo, desde donde emprendían viaje hacia Río Branco, la capital regional del estado de Acre y fronterizo con Perú.
Mientras aguardaban traslado en Sao Paulo, los migrantes sufrían malos tratos, que incluían reclusión forzosa y agresiones físicas y psicológicas, indicó la Policía Federal.
Las autoridades también verificaron que, antes de que alcanzaran su destino final en Estados Unidos, los viajeros cruzaban, por vía terrestre y en secuencia, diez países: Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y México.
“Los indicios apuntan que los traficantes identificados en Sao Paulo centralizaban y tenían el pleno dominio de toda la ruta clandestina, mediante contacto con otros asociados en todos los países y continentes involucrados”, subrayó la Policía.
Esta banda criminal estuvo detrás de la inmigración ilegal de ocho ciudadanos bangladesíes, quienes terminaron secuestrados por cárteles de narcotraficantes en México el pasado junio.
En total, las autoridades cumplieron ocho mandados de prisión y 18 de registro y allanamiento, al paso que la Justicia determinó el bloqueo de 42 cuentas bancarias utilizadas en la práctica de los delitos.
De acuerdo a las investigaciones, los criminales movieron aproximadamente 10 millones de dólares en Brasil entre 2014 y 2019, mientras que las operaciones de lavado de activos se extendían por 20 países americanos. EFE