LISBOA.- EFE- El Gobierno portugués declaró hoy de forma preventiva el estado de emergencia energética ante la nueva huelga de los transportistas de mercancías peligrosas convocada a partir del próximo lunes, para la que estableció servicios mínimos de entre el 50 y el 100 %.
“El Gobierno está en condiciones de declarar preventivamente el estado de emergencia energética”, anunció el ministro de Ambiente, João Matos Fernandes, en una rueda de prensa conjunta con el titular de Trabajo, José António Vieira da Silva, y el secretario de Estado de Infraestructuras, Jorge Delgado.
Matos Fernandes explicó que la medida permitirá constituir la red de puestos de abastecimiento de combustibles de emergencia y crear condiciones para que los servicios de seguridad puedan reaccionar a tiempo si fuese necesario ante la paralización, convocada por tiempo indefinido.
El Ejecutivo socialista pretende así evitar que se repitan los problemas que causó la huelga de transportistas realizada el pasado abril en el abastecimiento de combustible, que dejó gasolineras secas, aviones que tuvieron que repostar en España y problemas en el transporte público.
Para ello se han decretado servicios mínimos de entre el 50 y el 100 % a partir del lunes.
Deberá ser asegurado el 100 % del suministro de combustible de los servicios prioritarios, como aeropuertos, puertos, servicios de seguridad y militares, bomberos, transporte de medicamentos, emergencias médicas y otros servicios sanitarios, así como la red de puestos de abastecimiento de emergencia.
Además, se decretaron servicios mínimos del 75 % para el transporte público y del 50 % para el suministro al resto de ciudadanos, que podrán repostar un máximo de 15 litros cada vez.
Si no se cumplen los servicios mínimos, los transportistas podrán ser sustituidos por agentes de las fuerzas de seguridad y las Fuerzas Armadas, dijo Matos Fernandes.
Detrás de la huelga se encuentra el conflicto entre los transportistas de mercancías peligrosas y la patronal del sector, la Asociación Nacional de Transportadores Viales de Mercancías (Antram), que llevan meses negociando.
El ministro de Trabajo luso destacó que se trata de un “conflicto entre entidades privadas” y aseguró que el Gobierno creó las condiciones para el diálogo entre las dos partes a fin de llegar a una solución.
Tras la huelga de abril, en la que el Ejecutivo también declaró la alerta por crisis energética e incluso intervino la paralización, Antram y el Sindicato de los Transportistas de Mercancías Peligrosas acordaron la mejora salarial de los trabajadores, para los que la retribución base pasaría de 630 a 1.400 euros.
En julio, el sindicato acusó a la patronal de no querer cumplir el acuerdo y anunció una nueva huelga a partir del próximo lunes. EFE