Madrid- La depresión posparto no es solo cosa de mujeres, ya que los padres primerizos la experimentan en una proporción similar a las madres, según las conclusiones de investigaciones presentadas hoy en la convención anual de la Asociación de Psicología de Estados Unidos.
“Investigaciones recientes han mostrado que aproximadamente el 10 % de los padres primerizos experimentan depresión posparto”, explicó Dan Singley, del Center for Men’s Excellence en San Diego, durante la convención, celebrada en San Francisco (California).
Además, hasta el 18 % de esos padres primerizos sufren algún tipo de transtorno de ansiedad tras el nacimiento del bebé, según Singley.
Esas tasas de incidencia son comparables con las de las madres primerizas, por lo que “la depresión posparto ya no puede ser vista principalmente como una variante patológica de los procesos reproductivos femeninos”, sino que “el paradigma existente debe modificarse”, subrayó Singley.
En la misma línea, Sara Rosenquist, del Center for Reproductive Health Psychology en Cary (Carolina del Norte), recordó que la “narrativa predominante” ha atribuido la depresión y otros transtornos que surgen después de dar a luz “a cambios hormonales y fluctuaciones específicamente relacionados con el embarazo y el parto”.
Pero “es muy poco probable que las alteraciones hormonales del embarazo y el parto expliquen el panorama completo si los padres y los que adoptan experimentan la depresión posparto en tasas similares”, argumentó Rosenquist durante su presentación en la convención.
Se han hecho muchas investigaciones sobre el estrés y la depresión posparto en las madres, frente a la poca dedicación a identificar las tasas de prevalencia, causas, consecuencias y tratamiento de problemas de salud mental en los padres primerizos, de acuerdo con Singley.
“Desafortunadamente, pocos psicólogos reciben capacitación centrada en identificar, evaluar o tratar problemas comunes de hombres en el periodo desde la concepción hasta un año después del parto”, dijo al respecto.
A esa realidad se suma el hecho de que los hombres son reacios a buscar servicios de salud mental durante ese periodo.
Ambos expertos recomiendan someter a los padres a chequeos regulares durante el embarazo y después del parto para detectar posibles signos de depresión.
Sin embargo, identificar la depresión posparto en los hombres puede ser un desafío, de acuerdo con Rosenquist, porque los síntomas son diferentes a los que suelen mostrar las mujeres.
“Las mujeres son más propensas a reportar sentimientos de tristeza y llanto frecuente, mientras que los hombres lo son a sentirse irritables y socialmente desconectados”, detalló Rosenquist.
Según Singley, los padres que cuentan con “redes sólidas de apoyo social” encuentran en ellas “un amortiguador frente a los conflictos y demandas asociados con la crianza de los hijos”.