Hace mucho se está hablando de estas dos palabras “mejor versión”. Muchas personas parecieran ser promotores comerciales de algún producto con ese nombre, incluso Natti Natacha y Romeo Santos tienen una bachata titulada “La mejor versión de mí”, seguro la has escuchado y si no, te dejo el link aquí: https://www.youtube.com/watch?v=R9rVapGCf2c. Aunque este escrito no va de eso, solo te comparto este recurso.
Te pregunto querida, Alma:
¿cuál ha sido tu peor versión?
¿Cuál es tu mejor versión?
Desde mi punto de vista, la mejor versión es que te reconoces tal cuál eres y estás en el aquí y ahora. Que quieres integrar algo distinto a tu vida, probablemente porque no te gusta lo que vives y sientes ahora.
La mejor versión es darte cuenta cuáles cosas te ayudan a sentirte bien contigo y buscar recursos para que así sea. Es desarrollar hábitos que sean útiles para que cada día veas tu mejor versión y, aunque tengas momentos incómodos, en medio de eso te reconozcas mejor porque lo eres.
Cada día haces algo para ti. La mejor versión de ti no es un producto que compras por alguna plataforma digital y llegará para darte paz, es lo que haces día a día para sentir y estar en paz.
La mejor versión de ti es un viaje interno constante y te invito a abrazarlo con bondad para que vivas una vida plena y significativa.
¿Estás en la mejor versión de tu vida?
¿Qué quieres integrar para ser tu mejor versión?
Te regalo estos tópicos para que te ayuden en el viaje:
Autoconocimiento:
¿Quién eres en este momento y qué valores, habilidades/pasiones te definen?
¿Reconoces tus oportunidades de mejora y estas dispuesto/a a intentar superarlas?
Autocuidado y bienestar:
¿Cuidas tu salud mental, física y emocional?
¿Cuáles hábitos saludables tienes?
Superación de obstáculos:
¿Eres resiliente?
¿Aprendes de las adversidades para fortalecerte?
Como dejó escrito Frida Khalo:
Eres la persona con la que vas a pasar toda tu vida, por tanto, quererte, cuidarte, satisfacer tus necesidades y hacer aquello que te hace feliz debería ser una prioridad para ti.
Y yo digo:
Cuídate, cada día te tienes, por tanto, ámate y agradécete.
Gracias por leerme querida, Alma. Te abrazo con el corazón.
Comulgo con lo que dices cuando expones que la mejor versión de una misma es de todos los días e implica decisiones cotidianas, que son las que van fraguando eso que decidimos ser conscientes y responsables ante lo que vamos descubriendo de nosotros mismos.