El otro día iba en una guagua rumbo a la provincia Valverde. Una chica morena, delgada y de ojos vivaces subió al transporte, saludó con mucha alegría y se sentó detrás de mí.
Pasaron sólo segundos para que la universitaria comenzara a responder con notas de voz unos seis mensajes, alegando que no había contestado porque estaba con su padre.
Nueve minutos después recibió una llamada que atrapó mi atención. Era un chico al que le pedía disculpas porque tenía cuatro días sin escribirle, le comentó que iba camino a una clase y en tono sugerente dijo: “estaré en tu ciudad por una semana, pero no podré verte porque seguro mi novio me visitará todos los días”. Mi mente se nubló de inmediato y dejé de entender lo que dijo después.
¿Acaso ser infiel se trata sólo de tener contacto físico? ¿Pueden considerarse los mensajes sugerentes, como el de la chica, una infidelidad?
Serle fiel a la persona con la que has decidido formalizar una relación se trata de poner límites, de respetar a tu compañero, de marcar distancia con cualquiera que ponga en peligro lo que has construido con la personas que decidiste amar.