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Guatemala- EFE- Los jefes de Estado y de Gobierno y representantes de 22 países de Iberoamérica abordaron hoy en la ciudad guatemalteca de Antigua fundamentalmente problemas de la región como la crisis migratoria o la necesidad de empoderar a las mujeres iberoamericanas.

El presidente de Guatemala y anfitrión de la cita, Jimmy Morales, se refirió a la crisis migratoria centroamericana en la apertura de los debates al instar a los países a que no se continúe «hablando de muros sobre fronteras» y a centrarse en que las personas «encuentren oportunidades en sus países de origen».

Señaló que su país ha seguido «con especial atención» a la caravana con miles de migrantes que partió hace más de un mes de la de San Pedro Sula (Honduras) y en parte ha llegado ya a Tijuana, en la zona fronteriza de México con Estados Unidos.

Por su parte el presidente saliente de México, Enrique Peña Nieto, pidió a los demás países iberoamericanos unirse al Pacto Mundial para la Migración de la ONU, que unos 190 países suscribirán en diciembre próximo en Marrakech (Marruecos).

También subrayó que la mejor manera de evitar la migración involuntaria «es promover desarrollo interno en nuestras naciones» y «asumir el compromiso de hacer valer los derechos humanos de todos los migrantes con independencia de su condición migratoria».

«Los migrantes no pueden ser considerados ilegales. No hay seres humanos ilegales», dijo el presidente de Bolivia, Evo Morales, que también consideró que «esta profunda crisis migratoria no es más que un reflejo de que el sistema ha fracasado».

Por su parte, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, dijo que se necesitan «marcos regulatorios que garanticen los derechos de los migrantes y permitan a nuestras sociedades beneficiarse de las bondades de una inmigración ordenada y garantista».

Sobre este problema, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, pidió a los líderes iberoamericanos que hablen y se ocupen de la «tragedia humana» que «implica la migración forzada y el masivo movimiento de hermanos».

El presidente de Guatemala resaltó la alianza entre los países del Triángulo Norte de Centroamérica, «clave» en los esfuerzos para encontrar «el equilibrio deseado» que lleve a los ciudadanos a tener la certeza de que la migración sea «una opción y no una obligación», como reconoció que es ahora.

Además, los líderes iberoamericanos centraron sus intervenciones en la necesidad de reforzar el papel de la mujer en sus países y en reducir la brecha de género.

A ese respecto Sánchez confió en que Iberoamérica se convierta en «el faro contra la desigualdad entre hombres y mujeres» y se vuelque en luchar contra el cambio climático.

Por su parte, la secretaria general iberoamericana, la costarricense Rebeca Grynspan, instó a los 22 países que asisten a la reunión a reforzar su lucha por la equidad de género y contra la violencia, a la vez que anunció la elaboración junto a ONU Mujeres de un informe que precise las barreras legales de los países que impiden el empoderamiento económico de las mujeres.

En su intervención, el rey de España hizo hincapié en la importancia de empoderar legal y económicamente a las mujeres y argumentó que Iberoamérica «no se puede entender sin las mujeres, pues somos un todo sin limitaciones ni exclusiones».

«Una ‘evidencia’ que requiere todavía, no obstante, mucho trabajo para hacerla plenamente real y efectiva en protección e igualdad», añadió Felipe VI.

El presidente de Perú, Martín Vizcarra, destacó por su parte la necesidad de implementar políticas y planes para la erradicación de la violencia de género e impulsar la igualdad entre hombres y mujeres.

«Es necesaria la promoción de la igualdad y la no discriminación contra la mujer para la prosperidad de nuestros pueblos», señaló, a la vez que reiteró el «firme compromiso» de su nación para lograr este fin.

La XXVI Cumbre Iberoamericana, que hoy se clausura, se celebra en un antiguo convento de la época colonial, Santo Domingo del Valle, reconvertido en hotel y que alberga varios museos. EFE