Londres- Los cambios en el flujo de calor en el norte del océano Pacífico podrían tener un efecto mayor en el clima del Ártico de lo que se había pensado hasta ahora, según un estudio publicado en la revista británica Nature.
En los últimos años, el Ártico ha experimentado -a causa del calentamiento global- una subida de sus temperaturas mayor y más rápida de lo esperado en comparación con otras regiones del mundo.
Este efecto, conocido como “amplificación del Ártico”, implica diversos mecanismos de retroalimentación positiva (un proceso en el que los productos finales de una acción provocan que ocurra más veces esa acción en un ciclo de retroalimentación, lo que amplifica la original), de acuerdo con la investigación, encabezada por la Institución Carnegie para la Ciencia.
Los autores llegaron a esta conclusión después de analizar los registros paleoclimáticos, los cuales mostraron que el cambio climático en el Ártico puede alcanzar grandes dimensiones y ocurrir de una manera más acelerada.
En el caso de la última deglaciación, por ejemplo, descubrieron que cuando el planeta comenzaba a calentarse por el aumento de los gases de efecto invernadero hubo dos episodios de calentamiento acelerado en el Ártico. Ambos eventos estuvieron acompañados por un calentamiento rápido en las latitudes medias del Pacífico y el Atlántico Norte.
“Dado que parecía haber una conexión entre los cambios bruscos de temperatura en el Ártico y los cambios en la temperatura de la superficie del mar tanto en el Atlántico Norte como en el norte del Pacífico, pensamos que era importante desentrañar cómo cada región puede afectar al Ártico de manera diferente para proporcionar información sobre recientes y futuros cambios en el Ártico”, explicó la investigadora Summer Praetorius, del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
Los científicos observaron varios mecanismos que podrían estar causando los cambios y descubrieron que las fuertes variaciones globales y árticas dependían de la magnitud de la transferencia de vapor de agua desde los océanos de latitudes medias hasta el Ártico.
Cuando el aire cálido y húmedo se transporta hacia el Ártico, este puede arrastrar a nubes más bajas que actúan como una manta, atrapando el calor cerca de la superficie.
“El movimiento de calor y humedad hacia los polos impulsa el retroceso del hielo marino del Ártico y la formación de nubes bajas, lo que amplifica el calentamiento del Ártico”, indicó el documento.
“Las inusuales temperaturas cálidas en el Pacífico fueron paralelas al aumento del calentamiento del Ártico, lo que probablemente indica un vínculo más fuerte entre estas regiones de lo que generalmente se reconoce”, destacaron los autores.
“Si bien este es un estudio altamente idealizado, nuestros resultados sugieren que los cambios en el océano Pacífico pueden tener una mayor influencia en el sistema climático de lo que generalmente se reconoce”, concluyó el científico Ken Caldeira, del departamento de Ecología Global de la Institución Carnegie para la Ciencia. EFE