SAN JUAN .-EFE- Más de 100 venezolanos que permanecen en el Centro de Detención de Inmigrantes (IDC, por su sigla en inglés) de Aripo, en Trinidad y Tobago, iniciaron una huelga de hambre en protesta por la demora en permitirles participar en el proceso en marcha de registro para obtener un permiso de estadía formal en ese país.
Un portavoz del centro de detención informó este jueves a medios locales de que un total 69 hombres y 39 mujeres de nacionalidad venezolana se han sumado a la huelga de hambre desde el pasado martes.
“Los venezolanos están en huelga de hambre. Piden una oportunidad para ser entrevistados. No están cenando ni desayunan y tiran la comida si tienen la oportunidad”, dijo el funcionario.
“En este momento -los trabajadores del centro- no les están dando ningún alimento porque continúan tirándolo. Las condiciones siguen empeorando”, indicó.
La mayoría de los detenidos venezolanos, que en principio son elegibles para el registro, están molestos por el ritmo al que están siendo llevados ante los centros de registro, ya que hasta el martes pasado solo diez personas realizaron el proceso.
Algunos llevan siete u ocho meses en el centro y uno de ellos, un joven de 19 años identificado como Micky, que ha perdido a sus dos padres, intentó suicidarse tres veces.
Funcionarios que trabajan en el proceso de registro reconocieron que el proceso es largo, con numerosos retrasos y que hay miles de venezolanos esperando para pasar el trámite durante las 2 semanas de inscripción que comenzó el 31 de mayo.
El ministro de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago, Stuart Young, informó en diciembre de 2018, en una intervención ante el Parlamento, de que se han gastado más de 46 millones en 3 años en el mantenimiento de los centros de detención para inmigrantes y en la acogida a las personas que allí permanecen
El opositor Congreso Nacional Unido (UNC, en inglés) criticó el pasado domingo el proceso de registro de ciudadanos venezolanos puesto en marcha por el Gobierno de Trinidad y Tobago para obtener un permiso de estadía formal en ese país durante un año.
La portavoz del UNC, Anita Haynes, señaló que la iniciativa del Gobierno no va acompañada de un plan ni medidas a largo plazo para abordar la migración de los venezolanos que huyen de su país hacia Trinidad y Tobago.
El Gobierno de Keith Rowley anunció que el proceso de registro permitirá a los venezolanos permanecer en Trinidad y Tobago hasta un año con el derecho a trabajar y estar protegidos por las leyes locales contra los abusos de los empleadores, especialmente en relación con el salario mínimo.
Las cifras del Gobierno de Trinidad y Tobago indican que 9.080 venezolanos han llegado legalmente a este país desde 2016 y 12.257 más solicitaron asilo a través del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. EFE