NUEVA YORK.-EFE- El estado de Nueva Jersey se unió este martes a las regiones estadounidenses que han declarado el estado de emergencia para movilizar los fondos y medios necesarios para hacer frente a la expansión del coronavirus.
En un comunicado difundido la noche del lunes, el gobernador del estado, Phil Murphy, anunció el estado de emergencia y la emergencia sanitaria con el objetivo de “intensificar los esfuerzos de Nueva Jersey para contener la propagación de COVID-19”.
Esta decisión “permitirá a las agencias del estado y a los departamentos utilizar los recursos del estado para ayudar a las comunidades afectadas”.
“Mi Administración continuará trabajando de cerca con los socios federales, para asegurar que las agencias de salud locales en la línea del frente de la respuesta estén equipadas con los recursos necesarios”, dijo el gobernador.
Con la medida, las autoridades también pretenden luchar contra el aumento excesivo de los precios de los productos sanitarios en Nueva Jersey, donde hasta el momento se han detectado una decena de casos y se ha anunciado el cierre de varios colegios, así como las clases presenciales en la universidad de Princeton, a finales de marzo.
Nueva Jersey se une a otros estados como su vecino Nueva York, que declaró el estado de emergencia el sábado, y Florida, que hizo lo propio este lunes.
En otro comunicado difundido este martes, Murphy anunció medidas para apoyar el acceso a las pruebas y a los servicios relacionados con dichas pruebas, dado el elevado precio de los servicios sanitarios que hay en el país, donde predominan los hospitales privados.
“Debemos asegurar que el costo no impida a los ciudadanos acceder a las pruebas médicas necesarias (…) por lo que el Departamento (de Salud) esta pidiendo a las aseguradoras que actúen inmediatamente para suprimir el copago”, dijo el gobernador.
Distintos medios han informado que las pruebas y el gasto aparejado a ellas puede llegar a suponer hasta 3.900 dólares para el paciente, dependiendo de qué seguro tenga contratado. EFE