SANTO DOMINGO. – El Comité Gestor de la Asociación de Yamasenses Ausentes (YA-RD) saludó las condecoraciones entregadas por el presidente de la República, Luis Abinader Corona, a las misioneras canadienses Joan Eileen Tinkess (Juana), Mary Noreen Tiner (María) y Leonore Gibb (sor Leonor), resaltando que se trata de reconocimientos altamente merecidos por sus aportes en las áreas de la educación y el trabajo asociativo para la promoción social.
Las condecoraciones están contenidas en el Decreto 305-23; la Orden al Mérito de Duarte, Sánchez y Mella en el Grado de Caballero se otorgó a Juana y a María, mientras que a sor Leonor se entregó la Orden Heráldica de Cristóbal Colón en el Grado de Caballero, valorando su entrega a través de la educación y el acompañamiento a mujeres y jóvenes en Yamasá, provincia Monte Plata; en Cutupú provincia La Vega, y en Consuelo, provincia San Pedro de Macorís. Se trata de las más altas distinciones que otorga el Estado dominicano a quienes han servido de manera destacada.
Las galardonadas fueron reconocidas en una ceremonia oficial celebrada en el Salón de Embajadores del Palacio Nacional este 11 de julio, la que estuvo encabezada por el presidente Abinader y la vicepresidenta Raquel Peña. En representación del gobierno canadiense asistió Christine Laberge, embajadora de Canadá en el país.
Las semblanzas de Juana y María las leyó Higinio Báez, diputado al Parlamento Centroamericano (PARLACEN) y quien fuera alumno de Juana en Yamasá. A continuación, un resumen de sus biografías.
Joan Eileen Tinkess (Juana)
Nació en Canadá en 1933, ordenándose en la congregación de Las Hermanas Grises de la Inmaculada Concepción en 1954. Llegó a Yamasá en 1958 con el nombre adoptado de Sor Juana de Arco, integrándose como maestra de primaria. En 1962, por mandato de la Congregación, formó el Liceo San Martín de Porres, dirigiéndolo por casi 10 años, del cual salieron cientos de futuros profesionales con altas cualificaciones técnicas y significativos valores. Durante la guerra de abril de 1965 fue voluntaria en un hospital de la Capital.
Después de profundas reflexiones, declinó su condición de monja y decidió poner en marcha, junto a María, la continuidad de su misión educadora y de transformación social a través de la formación extracurricular para mujeres campesinas en Cutupú de La Vega, despertando las conciencias de decenas ellas, quienes encontraron sus propias voces, desarrollando una organización autogestionaria y un sistema de préstamos solidarios que perdura hasta hoy con el nombre de Federación Campesina Juana y María (FECAJUMA)
Mary Noreen Tiner (María)
Nació en 1935 en Montreal Canadá. En 1953 entró en la Congregación de las Hermanas Grises de la Inmaculada Concepción. En 1969 llegó a Yamasá para trabajar en el Colegio Fray Pedro de Córdoba, pasando al Liceo San Martín de Porres ese mismo año.
En 1970 renunció a los votos conventuales. Al año siguiente, junto a Juana, desarrolló un nuevo proyecto con mujeres campesinas de Cutupú, provincia de La Vega. En 1981, de regreso en Canadá, estudió Derecho Canónico en la Universidad Católica en Ottawa. Pasó más treinta años trabajando en el Tribunal Matrimonial hasta su jubilación en 2013.
Báez agradeció a las personas que hicieron posible las condecoraciones otorgadas, entre ellas José Ramón Frías, Eunice Lluberes, Fausto Rosario Adames, Virgilio Alcántara, Renso Herrera y Carlos Guzmán. Finalizó citando unas frases de Juana de su libro “Desafío y Esperanza”: “Tal vez parezca extraño que todavía yo sienta nostalgia, no por el lugar donde nací, sino por un lugar donde renací, porque fui amada, alimentada y formada como adulta y esto me cambió para siempre… Escribir mis recuerdos les dio un lugar, su propio lugar único, en mi larga vida. Pertenezco a esos lugares y ellos me pertenecen”.
Leonore Gibb (Sor Leonor)
Llegó a Yamasá en 1958 desde Canadá, donde impartió docencia en el Colegio Fray Pedro de Córdova. En 1959 se trasladó al Ingenio Consuelo, provincia San Pedro de Macorís, participando en la fundación, junto a otras hermanas, de la Escuela Divina Providencia, convirtiéndose más tarde en su directora. También dirigió el Liceo Sor Ana Nolan – Fe y Alegría. Actualmente se desempeña como supervisora de Educación. Es considerada una trabajadora incansable que ha dedicado su vida a enseñar a personas vulnerables en el municipio de Consuelo.
Al pronunciar las palabras de gratitud en nombre de las galardonadas, sor Leonor agradeció a Dios por la vocación de enseñar y al presidente Luis Abinader por el reconocimiento recibido. También expresó su alegría por ver a muchos ex alumnos presentes en el acto e hizo un llamado a seguir trabajando en favor de las comunidades más necesitadas.
Al acto también asistieron John Graham, exembajador de Canadá en RD; Eduardo Fernández, exembajador dominicano en Canadá; Fausto Rosario Adames, director del periódico Acento; representantes de la Federación de Mujeres Juana y María, religiosas de la congregación de la Inmaculada Concepción, exprofesores y exestudiantes de las comunidades en donde realizaron su trabajo, así como integrantes del Comité Gestor de YA-RD.
Para participar del homenaje, Sor Leonor se trasladó desde Consuelo, San Pedro de Macorís, acompañada de una delegación de la comunidad, mientras que Juana y María viajaron desde Canadá, donde ya están de regreso.
Durante su permanencia en el país, que se extendió del 6 al 13 de julio, Juana y María estuvieron acompañadas de integrantes del Comité Gestor de YA-RD y de exalumnos/as. También viajaron a Yamasá y a Cutupú, y participaron en Santo Domingo en un encuentro con amigas y amigos. La asociación en gestación YA-RD tiene como objetivo general contribuir con el desarrollo y bienestar socioeducativo, espiritual y de salud de los pobladores de la comunidad de Yamasá.