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La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune, de origen desconocido, que ataca principalmente a las articulaciones, pero puede afectar cualquier parte del sistema orgánico, así lo define la reumatóloga internista del hospital doctor Francisco Moscoso Puello, doctora Julissa Paula.

Es la especialista del hospital que dirige el doctor Enmanuel Silverio quien destaca que existen dos formas para el tratamiento de la artritis reumatoide: el farmacológico y el no farmacológico.

“Por un lado está el uso de medicamentos llamados sintéticos y biológicos, que frenan el avance de la enfermedad, pero que si se dejan de ingerir avanza más agresivamente; y por otro, dar descanso a las articulaciones de 8 a 10 horas nocturnas y de media a 1 hora durante el mediodía, además hacer ejercicios regulares para mantener la fuerza y movilidad de las articulaciones», expone la doctora.

La profesional de la salud aclara que aunque el tratamiento para el dolor y la inflamación no detienen la enfermedad, sí disminuyen las molestias.

La reumatóloga del servicio que coordina la doctora Milka Álvarez recomienda realizarse un chequeo para descartar padecer algún tipo de reumatismo o enfermedad musculoesquelética, y afirma que «si se detecta de forma precoz hay muchas probabilidades de frenarla de un todo».

La doctora Paula advierte que la AR va empeorando con el tiempo y acarrea grandes dolores y pérdida de movilidad del paciente; dice que se caracteriza por una inflamación persistente de las articulaciones que afecta principalmente a manos y pies, produciendo su destrucción progresiva y generando distintos grados de deformidad e incapacidad funcional.

La profesional de la medicina destacó que en el servicio de Reumatología del hospital Moscoso Puello existe el programa de detención temprana de la artritis reumatoide para que todas las personas que presenten estos síntomas, puedan realizar la consulta oportuna para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad y evitar complicaciones.

La especialista sostiene que, según cálculos de la OMS, la artritis reumatoide afecta entre el 1 y 1.5 % de la población mundial y la edad fluctúa entre los 25 a 45 años, con un pico máximo entre los 35 y los 40; pero no existe edad para tener artritis, ya que hay niños y bebés inclusive que la tienen; y además que en Latinoamérica, cifras de la Organización Panamericana de la Salud, indican que hay 34 millones de personas con discapacidad permanente y 140 millones con discapacidad temporal a causa de las enfermedades reumáticas.

El 12 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Artritis Reumatoide, fecha que institucionalizó la Arthritis Rheumatism International desde el año 1996. El objetivo de este conmemoración es educar a las personas sobre las enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas y promover una mejor calidad de vida y tratamientos para aquellos que las padecen.