Sao Paulo.- Todos los candidatos a la Presidencia de Brasil iniciaron hoy la campaña electoral en las calles del país, menos el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, preso por corrupción y quien se tuvo que resignar a lanzar sus proclamas por redes sociales.
La carrera presidencial para los comicios del próximo octubre, de los que surgirá el sucesor del presidente Michel Temer, entró hoy en una nueva fase en la que los candidatos pueden pedir el voto en mítines, inundar las calles de propaganda y publicar mensajes a través de las redes.
Siete de los trece candidatos participaron hoy en un encuentro en Sao Paulo -el mayor colegio electoral del país- organizado por el Grupo Mujeres de Brasil en el que defendieron una mayor inclusión de la mujer en los espacios de liderazgo.
El ultraderechista Jair Bolsonaro, al frente de las encuestas con un 17 % de los apoyos en un escenario sin Lula y con un largo historial de expresiones machistas y homófobas, estuvo ausente y no tuvo agenda pública, pero sí presentó un recurso contra la candidatura del expresidente.
La incertidumbre se ha instalado en una campaña que aún gira en torno a la situación de Lula, registrado la víspera como candidato por el Partido de los Trabajadores (PT), a pesar de estar virtualmente inhabilitado tras ser condenado en segunda instancia.
La Fiscalía ya ha impugnado en el tribunal electoral su fórmula, en la que le acompaña el exministro y exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad, y hoy mismo pidió celeridad para la resolución sobre su más que probable inhabilitación.
Mientras se define su futuro político en la Justicia, el exmandatario, líder de las encuestas de opinión en la que es su sexta vez como aspirante presidencial, tuvo que conformarse en este inicio de campaña con mensajes divulgados por sus asesores a través de las redes sociales.
“Brasil necesita abrir los ojos para impedir que Michel Temer entregue la base de Alcántara a Estados Unidos (…) No podemos volver a ser colonia de nadie”, escribió Lula en un mensaje publicado en Twitter, en alusión a la base aeroespacial que Brasil pretende ofrecer a otros países para el lanzamiento de satélites.
En principio, la Justicia Electoral tiene plazo para pronunciarse sobre Lula hasta el 17 de septiembre, cuando faltarán sólo veinte días para las elecciones. Haddad, su probable sustituto si finalmente el ex jefe de Estado es impedido, participó hoy en un debate promovido por el movimiento “Todos por la Educación” en Sao Paulo y reiteró que Lula sufre una “persecución” que “no tiene fin”.
El exministro se reunió también hoy con Lula en su celda en la ciudad de Curitiba (sur), donde el exgobernante cumple una condena de 12 años por corrupción, para informarle de la “repercusión” del registro de su candidatura.
En el foro en Sao Paulo, los siete candidatos reconocieron la necesidad de impulsar políticas públicas que reduzcan la brecha salarial y de oportunidades que existe actualmente entre hombres y mujeres en el gigante sudamericano.
La ecologista Marina Silva dijo que “en un mundo en crisis” es “fundamental” la “inteligencia” y “capacidad” de las mujeres, mientras que el socialdemócrata Geraldo Alckmin, exgobernador del estado de Sao Paulo, aseveró que “no puede haber ningún tipo de distinción” entre géneros “y mucho menos discriminación”.
El laborista Ciro Gomes manifestó que “la miseria y la desigualdad es especialmente concentrada entre las mujeres” y propuso “empoderarlas” para acabar con los “problemas” del país.
Por su parte, el exministro de Hacienda Henrique Meirelles se comprometió a que el 30 % de los puestos en los Consejos de Administración de las empresas estatales brasileñas sean ocupados por ellas.
En un escenario sin Lula, Bolsonaro encabeza las encuestas con un 17 % de las intenciones de voto y por detrás se sitúan Marina Silva (13 %), Ciro Gomes (8 %) y Alckmin (6 %), mientras que el resto de los aspirantes no llegan al 2 %, de acuerdo con los últimos sondeos.
La campaña electoral empezará una nueva etapa a partir del próximo 31 de agosto, cuando los candidatos dispondrán de tiempo de propaganda gratuita en radio y televisión en función de la representación parlamentaria de su partido.