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Washington- Un nuevo análisis de las mediciones realizadas por la nave espacial Galileo de la NASA hace más de 20 años en la capa helada de Europa, una de las lunas de Júpiter, ha revelado que podría tener los ingredientes suficientes para sustentar vida.

El nuevo informe apunta a que Galileo, un satélite que investigó Júpiter y sus lunas durante casi 14 años, voló a través de una enorme pluma de vapor de agua que salió de la superficie helada de Europa en forma de géiser y alcanzó una altura de cientos de kilómetros, según los investigadores.

El estudio, liderado por Xianzhe Jia, de la Universidad de Michigan, parece confirmar una idea que ya surgió a partir de unas observaciones del Telescopio Espacial Hubble tomadas en 2012.

“Los datos ya estaban ahí, pero necesitábamos tecnología avanzada para dar sentido a las observaciones”, señaló Jia en un comunicado.

En 1997, cuando la sonda Galileo estaba volando unos 200 kilómetros por encima de la superficie de Europa, el equipo encargado no sospechó que el satélite hubiera traspasado una pluma de vapor de agua salida de la luna helada.

Basándose en lo que los científicos aprendieron al explorar las plumas en Encélado, una de las lunas de Saturno, y después de realizar varios estudios en tres dimensiones, concluyeron que en Europa también ocurre ese tipo de movimientos superficiales.

“Si podemos tomar muestras directamente del interior de Europa, podremos ver con mayor claridad si tiene los ingredientes para la vida”, señaló Robert Pappalardo, científico de la misión Europa Clipper de la NASA, una misión que podría lanzarse en junio de 2022.

Este hallazgo, de hecho, es una buena noticia para el proyecto Europa Clipper, que volará cerca de esa luna a bajas latitudes.

Si las plumas arrojan vapor desde el océano helado de Europa, la misión podría tomar muestras del líquido y partículas de polvo congelado para verificar la teoría anunciada hoy.

Las aguas ocultas de Europa se han convertido en un objetivo principal en la búsqueda de vida extraterrestre, y enviar una nave espacial para tomar una muestra de ese tipo de géiser podría ser la forma “más práctica” de verificarlo, indicaron los científicos.