Miami- Unos 3.500 bebés mueren al año en los Estados Unidos a causa de problemas relacionados con el sueño que pueden ser prevenidos, siguiendo unas recomendaciones básicas, informaron hoy los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC).
La directora de los CDC, Brenda Fitzgerald, obstetra y ginecóloga, advirtió hoy que todavía y “desafortunadamente” son muchas las muertes de bebés por causas como el Síndrome de Muerte Infantil Súbita (SIDS en inglés), ahogo accidental y otras relacionadas con el sueño.
Fitzgerald reiteró la importancia de las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría para que los bebés duerman de manera segura: boca arriba, sin juguetes, en una superficie sin mantas, almohadas y otros objetos suaves sueltos y en su propia cuna.
“Estas estrategias ayudarán a reducir el riesgo y a proteger a los bebés del daño”, indicó la directora de los CDC.
Según el informe Signos Vitales, el 22 % de las madres no coloca al bebé boca arriba para dormir y el 39 % deja elementos como almohadas y mantas en el lugar donde el niño duerme.
El dato más llamativo es que el 61 % comparte cama con el bebé, cuando lo recomendable es que se comparta habitación pero que el niño tenga su propio lugar para dormir.
El 84 % de las madres pertenecientes a pueblos nativos o los de Alaska (84 %) comparte cama con su bebé.
Les siguen los estadounidenses de origen asiático o de islas del Pacífico (77 %), los afroamericanos (77 %), los hispanos (67 %) y los blancos (53 %).
En el caso de la recomendación de hacer dormir al bebé con la espalda apoyada sobre la cama, son los afroamericanos los que menos la siguen (38 %), seguidos de los hispanos (27 %).
El estudio analiza por separado cómo siguen las recomendaciones distintos grupos de edad y revela que las madres más jóvenes (de 19 años o menos) son las que actúan de una manera más incorrecta.
El 30 % de esas madres no pone al bebé boca arriba para dormir, el 77 % comparte cama con su hijo y el 49 % no aleja del lugar del bebé los materiales blandos y suaves.