Panamá- El Gobierno de Panamá dijo hoy que acusar al expresidente colombiano Juan Manuel Santos del atentado fallido contra el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, es “irresponsable”, y afirmó que se debe esperar a que finalice la investigación para determinar si finalmente fue un acto terrorista.
“Hasta que no se dé una investigación formal, creemos que acusar al expresidente Santos de eso no es responsable por parte del presidente Maduro”, indicó el jefe del Estado panameño, Juan Carlos Varela.
Varela apuntó en declaraciones a los periodistas tras un acto oficial que la investigación concluirá “si de verdad hubo un atentado y si de verdad hay algún tipo de responsable”.
Es la primera vez que el Gobierno panameño se refiere al atentado fallido que sufrió el pasado sábado el presidente Maduro cuando encabezaba un acto con militares en una gran avenida de Caracas durante el que explotaron dos drones que dejaron 7 heridos.
“Por un lado condenamos la violencia pero por otro lado también condenamos que se estén haciendo acusaciones sin fundamento a jefes de Estado”, insistió Varela.
Maduro responsabilizó de los hechos a “la ultraderecha venezolana en alianza con la ultraderecha colombiana”, y aseguró que “el nombre de Juan Manuel Santos está detrás de este atentado”.
El chavismo también acusó a los diputados opositores Julio Borges y Juan Requesens, a quienes la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, que no reconocen numerosos Gobiernos del mundo, les levantó el fuero el miércoles.
De acuerdo con la Fiscalía venezolana, al menos 19 personas están involucradas en el atentado, por el que hay 7 detenidos, incluido Requesens. Borges, por su parte, se encuentra en Colombia pero tiene una orden de detención emitida por el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela.
Panamá forma parte del denominado Grupo de Lima, integrado por una docena de países del continente que rechazan las elecciones venezolanas del pasado 20 de mayo, en las que Maduro fue reelegido, y que condenan que el mandatario sureño impida la entrada en el país de ayuda humanitaria. EFE