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México-La compra del voto, que se da de manera habitual cada vez que hay comicios en México, “perpetúa la pobreza” y se basa en un reparto de programas sociales que no buscan otorgar derechos a los ciudadanos, sino formar “clientelas”.

La desconfianza en los políticos, el pensamiento de que “hay que sacarles lo que se pueda, porque después se olvidan de uno” y la indiferencia sobre a quién votar porque “son todos iguales” son factores que forman un “caldo de cultivo” aprovechado para este delito, dice en una entrevista con Efe el coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, Alberto Serdán.

La agrupación, que aúna 60 organizaciones sociales, es una de las impulsoras de Democracia Sin Pobreza, una plataforma que recoge denuncias de compra de voto de cara a las próximas elecciones del 1 de julio, en las que se elige al presidente del país y a quienes ocuparán otros 3.400 cargos federales, estatales y locales.

Desde el 5 de abril y hasta el 30 de mayo, la plataforma ha registrado 244 reportes ciudadanos en 26 estados.

“La compra de votos lo que hace es perpetuar la pobreza en un contexto en que no hay muchas certezas”, indica el activista.
Y es que, de acuerdo con cifras oficiales, 53,4 millones de mexicanos viven en la pobreza; es decir, 43,6 % de la población.
Además, unos 9,4 millones de personas (7,6 % del total) sufren pobreza extrema.
Los partidos políticos, “al no convencer ni con sus plataformas ni con sus candidatos, acumulan la mayor parte del presupuesto público para poder repartirlo discrecionalmente y ganar votos aprovechándose de estas necesidades”, argumenta Serdán.
El 36 % de reportes recibidos por Democracia Sin Pobreza están relacionados con la entrega de bienes, principalmente despensas.
Otro 33 % al condicionamiento para recibir los beneficios de programas sociales, 26 % a la entrega de dinero en efectivo y 5 % a la entrega de tarjetas electrónicas con promesa de pago diferido.