Robert Sauerberg Jr. y Anna Wintour dijeron que Condé Nast no trabajaría con los fotógrafos Bruce Weber y Mario Testino al menos "durante el futuro próximo".
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Condé Nast, la compañía que publica algunas de las revistas de moda más famosas del mundo, quiere cambiar la manera en la que hace negocios.

Ante las voces que protestan por los casos de acoso sexual que han surgido en el mundo de la moda y en otras industrias, Condé Nast develó un nuevo código de conducta que dijo que empezó a trazar a finales de octubre.

El conglomerado mediático también anunció por separado que dejará de trabajar, al menos por ahora, con los fotógrafos Mario Testino y Bruce Weber después de que se hicieran públicas el viernes acusaciones de acoso sexual y abuso de poder hacia los fotógrafos por parte de varios modelos masculinos.

En el comunicado, Anna Wintour, directora artística de Condé Nast y editora de Vogue, y Robert A. Sauerberg Jr., director ejecutivo de Condé Nast, dijeron: “Estamos profundamente perturbados por estas acusaciones y tomamos esto con mucha seriedad. Debido a estas denuncias, no encargaremos ningún trabajo nuevo con Bruce Weber y Mario Testino en el futuro próximo”.

En una declaración a The New York Times, Weber dijo que las acusaciones de los modelos fueron “falsas” y que él “nunca había tocado a nadie de manera inapropiada”. Abogados de Testino objetaron a las acusaciones y pusieron en duda la credibilidad de los hombres que dijeron haber sido acosados.

Condé Nast indicó que comenzaron a trabajar en el código de conducta poco después de que decenas de mujeres acusaron al productor de Hollywood Harvey Weinstein de conducta sexual inapropiada en artículos publicados por The New York Times y The New Yorker. Además de Wintour, la iniciativa fue encabezada por Sauerberg y Jonathan Newhouse, director ejecutivo de Condé Nast International, que también adoptó el código (señalaron que posiblemente sea modificado para acoparlse a diferentes culturas en diferentes países).

“Una crisis frecuentemente resulta en acciones”, dijo Wintour.

Aunque la industria de la moda ha sido criticada por no prestar atención al acoso sexual en el pasado, hay indicadores, como la nueva política de Condé Nast, de que está comenzando a impulsar un cambio.

Los nuevos lineamientos de la compañía prevén que ya no se trabaje con modelos que tienen menos de 18 años. No habrá alcohol en los sets donde se toman las fotografías. A los fotógrafos no se les permitirá usar el lugar donde se toman las imágenes para trabajo de índole personal después de que completen el trabajo que les fue encargado y se recomienda que los modelos no se queden solos con los fotógrafos, maquillistas u otros colaboradores. Cualquier desnudo o “poses sexualmente sugestivas” en la sesión de fotografías serán dadas a conocer de manera previa y acordadas de antemano por el sujeto. Habrá una línea para reportes anónimos para cualquier violación de los lineamientos.

Además de Condé Nast, Hearst Magazines —que es propietaria de Harper’s Bazaar, Elle, Esquire, Cosmopolitan y otras publicaciones— estableció una cláusula a sus contratos con colaboradores para requerirles que revelen cualquier acusación de acoso, formal o informal, que esté pendiente en su contra. También deben notificar a Hearst si se enteran de cualquier acusación mientras trabajan para la compañía.

“Estamos extremadamente preocupados y ansiosos sobre ofrecer un ambiente de trabajo sano, que sabemos a veces es difícil en el mundo de la moda”, dijo Joanna Coles, directora de contenido de Hearst Magazines.

Ambas acciones van en línea con una carta constitutiva creada y firmada en septiembre, antes de que saliera a la luz el caso Weinstein, por los dos más grandes grupos de moda de lujo en el mundo: LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton y Kering.

La póliza detalla reglas sobre el empleo dado a modelos, incluyendo temas de desnudez, salud, edad y mecanismos de solución de controversias.

El nuevo protocolo de Condé Nast también le sigue a cambios en los requerimientos impuestos por IMG Models, la compañía a la que pertenecen modelos como Gigi Hadid y Karlie Kloss, para la protección de modelos. Estos ya preveían que haya forzosamente chaperones para los menores de edad y nada de desnudos o desnudez parcial a menos que sea acordado por escrito de antemano, así como que no se pueda usar la imagen de un modelo “de manera pornográfica o despectiva”. Ahora incluyen un enfoque sobre cómo lidiar con el acoso. El protocolo de Condé Nast también fue dado a conocer poco después de que fueran presentadas propuestas legislativas en Nueva York y California para abordar maneras de proteger a los modelos de, y educar a la industria sobre, el acoso sexual.

“Estas no son declaraciones sujetas a interpretación, son requerimientos muy claros”, dijo Sauerberg sobre los nuevos lineamientos en Condé Nast, que aplicarán para todos los que trabajen en una sesión de fotografías de la compañía.

Antoine Arnault, un miembro del consejo de administración de LVMH y director ejecutivo de Berluti quien fue uno de los impulsores del acta para modelos, ha dicho que el grupo adoptará una postura de tolerancia cero hacia cualquier agencia que no cumpla con sus requerimientos. Pero no queda claro qué pasará si los lineamientos de Condé Nast no son cumplidos.

Como ocurre ahora con Weber y Testino, Vogue dejó de usar los servicios del fotógrafo Terry Richardson cuando fueron hechas públicas en 2010 varias acusaciones por su conducta sexual inapropiada. “Necesitamos asegurarnos de que el castigo sea acorde con el crimen”, dijo Sauerberg. “Hay una diferencia entre despedir a alguien y regañarlo”.

Sara Ziff, fundadora de la organización sin fines de lucro Model Alliance, cree que la industria necesita una organización independiente que funja como observador.

Tomar decisiones de manera casuística no contradice la idea de que Condé Nast se toma “extremadamente serio este asunto”, dijo Wintour. “No podemos patrullar el mundo”, continuó, pero “habrá consecuencias” para aquellos que no acepten la dilucidación de una línea que en otras ocasiones es borrosa respecto a qué conducta sí es o no aceptable.

Sara Ziff, fundadora de la organización sin fines de lucro Model Alliance, cree que la industria necesita una organización independiente que funja como observador, que se creen puntos de referencia sobre las prácticas a seguir, se operen sesiones de entrenamiento con certificaciones y se provea de recursos a individuos que sean renuentes a reportar conductas inapropiadas a las entidades que influyen directamente en su futuro en el mundo de la moda.

Ella ha desarrollado lo que ha llamado una “Propuesta para el respeto en materia sexual en las industrias de la moda, el entretenimiento y los medios”, del que formarían parte todos los accionistas sin que estén directamente a cargo. Ella ha presentado gradualmente la idea a organizaciones en la industria y espera que todos los grupos decidan participar.

“Es claro que tenemos un problema. Los negocios están enfrentando una amenaza grave a su reputación y los y las modelos y otros miembros vulnerables de la fuerza laboral de la industria tienen preocupaciones legítimas sobre su seguridad y dignidad en el trabajo”, dijo Ziff, al indicar que eso significa que tienen que trabajar juntos para encontrar una solución.

“Lo que es clave es que esté a cargo una entidad independiente y sin fines de lucro de manera que no pongas al zorro a resguardar el gallinero”, agregó.