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No es el único reto al que debe enfrentarse los Clase S que Mercedes-Benz está utilizando, ya que cuando en Estados Unidos un autobús escolar enciende las luces de emergencia para recoger o dejar a niños todo el tráfico a su alrededor debe detenerse como medida de seguridad.

Esto implica, según Mercedes-Benz, que los sistemas de cámaras y radares que monta el vehículo puedan diferenciar a un autocar escolar de otro que no se dedique a ese fin.

Otra de las peculiaridades de conducir por Estados Unidos es el uso de los carriles para vehículos de alta ocupación (en algunos estados deben ir ocupados por dos personas y en otros se requieren tres) por la ciudad o por las autopistas.

En algunos casos se diferencian solo por una pintura continua, no por una valla o un separador, lo que dificulta su distinción para un coche con conducción autónoma.

Según el fabricante alemán, también los baches de plástico o de cerámica que delimitan algunos carriles tienen que ser leídos con precisión por las cámaras y sensores del Clase S para evitar multas.

Mercedes-Benz también está aprovechando sus pruebas por las carreteras estadounidenses para comprobar el comportamiento de su tecnología de alumbrado digital que evita el deslumbramiento de otros conductores en cualquier circunstancia y que además permite proyectar símbolos o información.

Estados Unidos es la última parada del Intelligent World Drive, que se puso en marcha en septiembre de 2017 con motivo del Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort (Alemania).

Su primera parada fue Alemania, donde se estudió el comportamiento de los diferentes asistentes a la conducción en las autopistas germanas y en los atascos.

La segunda etapa fue en octubre en la congestionada ciudad china de Shánghai (se estudiaron los límites de velocidad y la separación de carriles), la tercera se desarrolló en noviembre en las metrópolis australianas de Sydney y Melbourne (se testó la cartografía de Here) y la cuarta, en diciembre, en Sudáfrica (se comprobaron los sistemas de reconocimiento de peatones).

En cinco meses, los Clase S de serie han sido sometidos a numerosas situaciones de tráfico complejas en los cinco continentes, con el objetivo de explorar los límites de la conducción autónoma.

Esto ha permitido a la marca alemana recabar información específica de algunos países.