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SANTO DOMINGO.- Los resultados preliminares del estudio “Remesas, inclusión financiera y desarrollo productivo” exploran las oportunidades de invertir las remesas que reciben las mipymes del sector lechero de la región este del país en el desarrollo productivo de sus negocios, lo cual al mismo tiempo puede mejorar los índices de inclusión financiera en la zona, de acuerdo con los hallazgos.

La investigación fue presentada por el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPALC), en colaboración con el Consejo Nacional para la Reglamentación y Fomento de la Industria Lechera (CONALECHE), durante un encuentro con representantes de entidades financieras y productores.

El viceministro de Fomento a las Mipymes, del MICM, Ignacio Méndez, indicó que el enfoque del estudio es novedoso y es una continuación de un estudio internacional previo titulado “Fortalecimiento de cadenas de valor rurales”, realizado con casos de Guatemala, El Salvador, México y República Dominicana.

Indicó que el diagnóstico contribuirá al trabajo que desarrolla el Viceministerio con las mipymes, principalmente con las del sector agrícola, que suman aproximadamente 400 mil y en el que intervienen otras instituciones.

Ramón Padilla, jefe de la Unidad de Desarrollo Económico de la CEPALC y uno de los presentadores del estudio, afirmó que las remesas familiares representan el 10% del producto interno bruto (PIB) de la República Dominicana.

“Ese dinero que están recibiendo las familias -productoras de leche y ganado- puede ser una fuente de acceso a crédito y a mejores condiciones de financiamiento del sistema financiero, tanto de banca de desarrollo, asociaciones de ahorro y crédito”, afirmó Padilla.

El diagnóstico se basa en más de 500 entrevistas representativas a unidades productivas de la cadena de leche y productos lácteos, principalmente de la zona este del país, en las provincias San Pedro de Macorís, La Romana , La Altagracia, El Seibo y Hato Mayor.

Para la investigación se priorizó el sector de lácteos, considerando la amplia distribución de esta cadena de valor en las diferentes regiones del país y su estructura productiva diversa, desde grandes empresas, algunas con capital internacional, importadores, intermediarios y productores locales.

“Al haber esta brecha entre empresas de alta productividad y tecnología y pequeños productores, hay una oportunidad importante para que los pequeños tengan mayor productividad y eficiencia”, manifestó Padilla.

Hallazgos del estudio

De acuerdo Randolph Gilbert, coordinador y punto focal para Haití de la Unidad de Desarrollo Económico de la CEPALC e investigador a cargo del estudio, “la mayoría de los pequeños productores de leche entrevistados destinan las remesas a consumo (educación, salud y hogar) y solo una parte de éstas se destina ocasionalmente a equipamiento y mejoras en procesos”.

El 17 por ciento de los hogares dominicanos recibe remesas, según el censo de propósitos múltiples de 2011.

Entre los datos que arroja el estudio, el 90 por ciento de las personas tiene celulares, lo que permitiría utilizar la telefonía móvil como instrumento para facilitar la bancarización de esta población rural, señala Gilbert.

La producción de leche en RD se sustenta en la ganadería familiar (90 por ciento), constituida por pequeños ganaderos con menos de 50 cabezas de ganado. Según el informe de resultados del precenso nacional agropecuario de 2015, los medianos y grandes ganaderos suman menos de 6,000 fincas.

En las regiones este, nordeste y central se concentran la mayor cantidad de ganaderos con más de 50 cabezas de ganado, mientras en el suroeste se observa la mayor cantidad de productores con menos de 50 cabezas. El promedio de cabezas de ganado de los encuestados en la región este es de 12.

Existen unas siete instituciones públicas con programas de apoyo al sector, pero el acceso a estos es limitado, a pesar de la disponibilidad, según los hallazgos presentados.

El equipo técnico explicó que a partir de estos resultados presentarán en 2019 propuestas de políticas públicas y mejores prácticas aplicables a las situaciones identificadas, así como una metodología que pueda ser replicada en cadenas de valor de otros sectores.

El objetivo es identificar qué puede hacerse desde el Ministerio y del sector privado para apoyar el desarrollo productivo de esta cadena.

“Actualmente esta cadena tiene muchas fortalezas pero también oportunidades que pueden ser enfrentadas de mejor manera con acceso al sistema financiero y con un uso productivo de las remesas”, indicó Padilla.