LeBron James se fue a los Cleveland Cavaliers en el 2014, Dwyane Wade se marchó a los Chicago Bulls en el 2016, pero si escuchas a los murmullos de las redes sociales entonces distinguirás al canto de sirena que es la especulación ¿ridícula? sobre el posible regreso de ambos súper amigos y ex compañeros a Miami en el 2018.
Recordemos que LeBron podría llegar a ser agente libre sin restricciones el año que viene si ejerce su derecho de salirse de su vínculo actual. Además, él ganó dos títulos durante sus cuatro años en Miami entre el 2010 y el 2014, comparado con “apenas” uno durante sus dos etapas en Cleveland. El mismo Rey de la NBA se puso nostálgico por Instagram la semana pasada sacando una foto de la cancha del Heat mientras paseaba en su yate por el Sur de la Florida.
“¡Un montón de grandes recuerdos pasando por ella hoy! #AAA #BuscalaExcelencia”.
Que lindo, que emotivo, que… manipulativo.
Fue esa foto y otra de él posando contemplativo en la bahía las que aseguraron que su mensaje no tan sutil llegue claro y conciso hacia la oficina de Dan Gilbert, dueño de los Cavaliers, en Cleveland: Accedan a mis demandas, o arriésguense a verme partir una vez más.
LeBron James no es ningún tonto y sabía que sus 91 millones de seguidores procederían a decodificar su foto como si fuese evidencia de OVNIs. Cuando él invierte en algo nunca lo hace apresurado, siempre premeditado. No importa si es la pizzería Blaze, el Liverpool o, en este caso, su influencia en la franquicia que le debe el único título de su historia.
Sin embargo, lo que LeBron si siempre tiende a hacer es dejar pistas tiradas por ahí cuando él está por irse a algún lado. Cuando él indicaba que iba a cambiar su número 23 en el 2010 antes de irse a Miami o su frustración por la partida de Mike Miller en el Heat, su eventual despedida era inexorable.
Eso nos deja con tres opciones:
1) LeBron simplemente estaba sacándose una fotos y las posteó sin pensarlo demasiado como tú y yo lo haríamos (poco probable. De vuelta, 91 millones de seguidores)
2) Fuimos testigos de la primer señal del adiós (menos poco probable, ¿pero acaso Miami es el equipo al que querría irse? Para enfrentar a un ex equipo tres o cuatro veces al año sin estar al nivel de los Golden State Warriors, mejor quédate en Cleveland) 3) LeBron estaba sintiéndose pícaro y simplemente quería divertirse a su manera generando teorías de conspiraciones y columnas como la que estás leyendo…porque puede (la más probable).
En cuanto a Wade, el escolta de 35 años se la está pasando “coqueteando” con jugadores actuales del Miami Heat en cuanta red social se le ocurra.
Ya sea riéndose junto a Dion Waiters…
????? https://t.co/3py6wJoXVM
— DWade (@DwyaneWade) July 17, 2017
“Cuestionando” a Goran Dragic…
Come on ? you know better https://t.co/j91jyyTdZE
— DWade (@DwyaneWade) July 14, 2017
O posteando videos de cuando él consiguió bloquear cuatro tiros en un minuto con el Heat en el 2011.
(2011) @DwyaneWade with 4 blocks in less than one minute. pic.twitter.com/K3jN746UwU
— Timeless Sports (@timelesssports_) July 19, 2017
Ah, por cierto, sus hijos se inscribieron para ir a la escuela en Miami este año escolar.
Todo esto podría llegar a ser completamente inocente, pero yo no lo veo a Wade muriéndose de risa con otro ex compadre como Jimmy Butler o dándole la bienvenida a Chicago a Zach LaVine y Kris Dunn.
La situación de Wade es distinta a la de LeBron, y no solo porque los lazos que él forjó con su ciudad natal de Chicago en un año son mucho más endebles que los de una década de LeBron en Cleveland.
LeBron no se irá a ningún lado esta temporada, pero Wade si podría hacerlo siempre y cuando acepte quedar libre en marzo del 2018 resignando parte de los 24 millones de dólares que percibiría si disputa la campaña entera con unos Bulls que acaban de incorporar a un escolta más joven y prometedor como LaVine y parecen estar enfilados a la lotería.
Para ese entonces habrán pasado un montón de cosas. 60 partidos, el Juego de las Estrellas, y el plazo límite para canjes. Eso le ofrecerá un panorama bien claro sobre cuales equipos son contendientes y cuales son pretendientes al título.
Digamos que el Heat es contendiente. Bueno, en ese caso Wade aceptaría un sueldo mucho menor (posiblemente la excepción de nivel mediano de 4.3 millones de dólares que Pat Riley todavía no ha gastado) y se convierte en el Manu Ginóbili del Este como sexto hombre.
Semanas antes, Riley anticipa su regreso canjeando a Tyler Johnson y Josh Richardson o Justise Winslow a los Knicks por Carmelo Anthony.
Anthony potencia a la ofensiva del Heat junto a Dragic, Waiters, James Johnson, Hassan Whiteside y Wade mientras derrotan a los Cavaliers en siete juegos para acceder a las Finales de la NBA precipitando la partida de LeBron.
Luego LeBron ve a sus dos amigotes híper felices y decide unirse a ellos junto a Chris Paul, quien también quedó amargado cuando James Harden no le quiso dar el balón en las últimas tres posesiones del séptimo juego de las Finales del Oeste contra los Warriors.
¿Ya ven? Está todo dado para que el bote banana finalmente se una y genere el tipo de frenesí que no veíamos desde el 2010 en Miami.
Bueno, eso o acabo de desperdiciar 10 minutos de tu vida con una historia de ficción que jamás sucederá, como la de LaVar Ball derrotando a Michael Jordan mano a mano.
Mientras tanto, LeBron y Wade son los titiriteros de la NBA y nosotros nos movemos al compás de sus twits.