- Publicidad -
Madrid- Un equipo de científicos ha logrado secuenciar el primer genoma humano completo del Caribe a partir de unos dientes de hace más de mil años, piezas que pertenecieron a una mujer de la etnia de los Taínos, los primeros indígenas americanos que experimentaron el impacto de la colonización europea en 1492.

Los resultados se publican en la revista PNAS en un artículo que firman, entre otros, científicos de las universidades de Copenhague (Dinamarca), Oxford (Reino Unido), Stanford (California), Leiden (Países Bajos), Nacional Autónoma de México y Santiago de Compostela (USC, España).

Los restos fósiles secuenciados son unos dientes de hace más de mil años encontrados en una cueva en la isla de Eleuthera (Bahamas): se hallaron tres enterramientos, dos se correspondían con hombres y uno con una mujer, con edades entre 20 y 35 años, explica a Efe Antonio Salas Ellacuriaga, de la USC y firmante del trabajo.

Solo la mujer pudo ser analizada porque los otros restos estaban muy deteriorados; se consiguió extraer ADN de sus dientes.

Los análisis realizados con métodos de radiocarbono 14 permitieron precisar que los dientes pertenecían a una mujer de la etnia de los Taínos, que vivió entre los siglos VIII y X, 500 años antes de la llegada de Cristóbal Colón a América.

La colonización asociada a este desembarco en territorios del Caribe derivó en un gran conflicto de civilizaciones.

El grupo indígena mayoritario estaba representado por los Taínos que habitaban las islas que hoy abarcan Bahamas, Antillas Mayores (Cuba, Jamaica, República Dominicana, Haití y Puerto Rico) y el norte de las Antillas Menores, señala la universidad en una nota.

Las poblaciones nativas «fueron desapareciendo en un corto espacio de tiempo y asimiladas cultural y biológicamente», detalla Salas, quien añade que a pesar de que fueron pueblos totalmente extinguidos -hacia mediados del XVI- existe la esperanza de identificar su génesis usando aproximaciones como la arqueología, lingüística o genética.

Salas y parte del equipo que ahora presenta este trabajo publicaron en 2015, también por primera vez, el genoma entero de tres individuos que fueron enterrados en la Isla de San Martín (Caribe), pero esa vez eran esclavos trasladados allí en el período del tráfico de esclavos transatlántico y no originarios del Caribe.

«Lo que ahora presentamos es el primer genoma entero de un indígena original del Caribe», resume a Efe Salas.

A partir de este análisis, los científicos sacaron algunas conclusiones, entre ellas que la mujer ahora identificada muestra un genoma semejante al de las poblaciones actuales del sur de América.

También, que los habitantes de Puerto Rico tienen en su 10-15% del genoma un ADN taíno, que rememora a sus ancestros indígenas.

En el genoma taíno se observaron asimismo señales que indican una reducción poblacional extrema muy ancestral, coincidiendo con la llegada de los primeros pobladores del continente americano a través del estrecho de Bering.

Además, no se evidenció la existencia de una fuerte endogamia o signos de aislamiento, por lo que lo datos apuntan a que el tamaño efectivo de esta comunidad era «razonablemente grande, superior a los 1.600 individuos reproductores -este tamaño es incluso superior al de algunas poblaciones que habitan hoy el continente, como los Karitiana y Surui-.

Salas considera que se trata de un resultado «muy llamativo, si tenemos en cuenta que la isla de Eleuthera tiene una extensión de tan sólo 518 kilómetros cuadrados y resulta difícil imaginar cómo una comunidad tan grande podía convivir en un espacio tan reducido».

Los investigadores interpretan que la explicación podría estar en que todos los habitantes de las islas del Caribe estaban tremendamente conectados, formando una gran red comercial y de intercambio genético.