Desde hace mucho tiempo ha sido un insulto que te digan neandertal. Sin embargo, cuanto más se ha estudiado a estas personas elusivas y desaparecidas, más respeto han ganado entre los científicos.
El 22 de febrero, un equipo de investigadores proporcionó evidencia convincente de que los neandertales contaban con una de las principales señales de sofisticación mental: podían pintar arte rupestre. Ese talento sugiere que los neandertales eran capaces de pensar simbólicamente y pudieron haber alcanzado otros logros no conservados en los registros fósiles.
“Cuando tienes símbolos, hay lenguaje”, dijo João Zilhão, un arqueólogo de la Universidad de Barcelona y coautor del nuevo estudio.
Cuando los fósiles neandertales salieron a la luz por primera vez a mediados del siglo XIX, los investigadores se sorprendieron con el grueso y bajo arco de la ceja en sus cráneos. Descubrimientos posteriores mostraron que los neandertales tenían cerebros tan grandes como los nuestros, pero cuerpos más bajos y anchos.
Para principios del siglo XX, los científicos describían a los neandertales como bestias parecidas a gorilas, una rama extinta de la humanidad que no pudo competir con los humanos más delgados e inteligentes.
Sin embargo, la evidencia tanto de fósiles como de ADN indica que los neandertales y los seres humanos descienden de un ancestro común que vivió hace casi 600.000 años. Nuestra propia especie quizá vivió en su mayor parte en África.
Durante algunos cientos de años después de la división de especies, los ancestros de los humanos actuales dejaron atrás herramientas básicas como hachas de roca para destrozar cadáveres y lanzas con cuchillas para cazar.
Luego, hace casi 70.000 años, los humanos en África comenzaron a dar señales de pensamiento más abstracto. Colorearon y perforaron conchas marinas, por ejemplo, posiblemente para usarlas como joyería.
Los humanos modernos comenzaron a esparcirse desde África y llegaron a Europa hace aproximadamente 45.000 años. Para entonces, se habían hecho capaces de realizar creaciones simbólicas aún más impresionantes, entre ellas grabados de marfil y pinturas extravagantes en las paredes de las cuevas.
Los neandertales desaparecieron de manera abrupta después, hace casi 40.000 años, y dejaron atrás un registro fósil propio desde España hasta Siberia.
Al principio, los investigadores no encontraron evidencia clara de pensamiento simbólico en los neandertales. No obstante, en años recientes, la información ha comenzado a cambiar.
Zilhão se unió a los arqueólogos Alistair G. W. Pike de la Universidad de Southampton y Dirk L. Hoffmann, ahora en el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Alemania, para ver si podía analizarse en mayor detalle la prehistoria del arte europeo.
Puede ser muy difícil establecer una fecha exacta para los fósiles y vestigios humanos. Con el fin de determinar la antigüedad de las pinturas rupestres, por ejemplo, los investigadores han dependido tradicionalmente de la datación por radiocarbono. Sin embargo, ese método solo funciona si la pintura contiene ingredientes que contengan carbono, como el carboncillo. En contraste, el ocre rojo no puede datarse de esa manera.
Por si fuera poco, la datación por radiocarbono se hace cada vez menos fiable cuando se trata de componentes con más de 40.000 años de antigüedad.
En vez de la datación por radiocarbono, Zhilão y sus colegas utilizaron un método distinto para conocer la antigüedad de las pinturas.
Puesto que el agua se filtra en las cuevas, podría depositar sedimentos lechosos de minerales en los muros, conocidos como colada. La colada contiene pequeñas cantidades de uranio, que poco a poco se descompone para formar torio. Cuanto más antigua sea la colada, más torio se acumulará en el interior.
La colada que cubre una obra de arte rupestre podría darles a Zilhão y sus colegas la fecha mínima de su creación.
Los investigadores regresaron a cuevas en España donde se habían descubierto pinturas antiguas a lo largo del siglo pasado. Los artistas habían dibujado imágenes abstractas en los muros de las cuevas, entre ellas líneas largas, patrones de puntos y el contorno de una mano humana.
El equipo encontró colada que cubría partes de las obras de arte y extrajo muestras para datarlas. Resultó que, en tres cuevas, parte del arte tenía más de 64.000 años de antigüedad, casi 20.000 años antes de la aparición de la primera evidencia de humanos modernos en Europa.
Wil Roebroeks, un arqueólogo de la Universidad de Leiden que no participó en el nuevo estudio, dijo que la evidencia era concluyente. “Esto constituye un gran descubrimiento en el campo de los estudios evolutivos de la humanidad”, comentó. “La autoría neandertal de una parte del arte rupestre es un hecho”.
Además, un segundo estudio, que Zilhão y sus colegas publicaron en la revista Science Advances, insinúa que los neandertales pudieron haber creado pinturas mucho antes de hace 64.000 años.
Las primeras pinturas rupestres de los humanos modernos solo tienen cerca de 40.000 años de antigüedad, mientras que el arte rupestre neandertal es por lo menos 24.000 años más antiguo. Las joyas de conchas marinas más antiguas que se conocen, hechas por humanos modernos, tienen cerca de 70.000 años, pero los neandertales ya las hacían 45.000 años antes de eso.
“Estos resultados implican que los neandertales no eran ajenos a estos avances”, dijo Zilhão. “Para todos los efectos prácticos, ellos también eran humanos modernos”.