Santo Domingo- “La traducción literaria es una de las más importantes vías para acercar la cultura de los pueblos, y para la relación de Estados Unidos con República Dominicana. Ha resultado fundamental para el acercamiento a los sentires y sensibilidades de ambas comunidades”.
La afirmación la hizo la poeta y traductora Rhina Espaillat, en un conversatorio en el Centro Cultural Banreservas, al que asistieron decenas de escritores, editores, maestros, gestores culturales y profesores universitarios.
La escritora, considerada la más importante traductora dominicana en Estados Unidos, explicó que se dedicó a este oficio “para unir dos mundos, dos culturas, dos visiones de la vida y dos formas de creatividad, que al final del camino se unen en una misma voluntad de creatividad y trascendencia”.
El valor de la literatura
Con una trayectoria merecedora del reconocimiento social, la poeta mostró el valor que tiene la literatura como puente cultural para el conocimiento y el disfrute de la creación de los pueblos del mundo, sin importar el parecer de los presidentes de esos pueblos sobre las dignidades nacionales.
Espaillat puso a circular recientemente el libro “Agua de dos Ríos”, que contiene una serie de sus destacadas traducciones, así como el volumen de cuentos “El olor de la memoria”, ambos en ediciones bilingües.
En tanto, el gerente de Cultura de Banreservas, poeta Juan Freddy Armando, sostuvo que la República Dominicana debe sentir un orgullo legítimo de que una traductora y escritora del nivel de Espaillat haya nacido en el país y se mantenga, pese a su extendida permanencia en Estados Unidos, vinculada a la cultura de su nación.
Destacó que Rhina Espaillat es una fina poeta, excelente cuentista y la más importante traductora de literatura dominicana y latinoamericana al inglés.
Lectura de poemas
La expositora inició su intervención leyendo traducciones de los más importantes poetas norteamericanos con un estilo particular, expresivo y exquisito.
Entre los poemas que leyó figuraron los de Emily Dickinson y Robert Frost. Luego continuó con poesía propia y finalizó con la lectura de un cuento titulado “El hombre que resultó no ser Alistair Cooke”.
Ese cuento breve, de un humor fino, trabaja la idea de que el cuento es el dueño del autor y no al revés, llevando a quien escribe a extremos que normalmente no alcanzaría, si no fuera por el ímpetu creativo y las vueltas a la imaginación.
En el conversatorio participaron los Premios Nacionales de Literatura Mateo Morrison, Ángela Hernández y Manuel Salvador Gautier, así como los escritores y editores Miguel Collado e Isabel Pérez.
Rhina P. Espaillat, quien llegó de siete años a Estados Unidos huyendo junto a su familia de la represión trujillista, tuvo muy clara su misión. La poeta estudió educación; realizó una maestría en Pedagogía en Queens College y una licenciatura en Artes en el Hunter College.
En numerosas oportunidades, la escritora ha sido premiada por sus obras literarias en Estados Unidos. Cabe destacar que ha recibido dedicatorias en muchas ferias del libro.